Poesia

CUANDO TE VAYAS MARCHANDO
y de repente
la piedra que es éste corazón
tiemble.

¿Será acaso que mi rostro
escriba historias semejantes a la muerte?

Cuando las tardes enseñan su perfil
para ver la lluvia
te quejas a ellas
de mi escueta sombra
de mi ala rota
de mi Ave María Purisísima.

No entiendes quizá
que en mi gemela pupila
está el verde sentimiento,
la incesante antorchaque hace cantar
al adiós que se viene
por mi muerte próxima.

MADRE…
A María del Carmen
Madre, si entendieras
mis vikingas cavernas de crueldad
mis errantes bastardos ingratos
mis tormentas clandestinas de faz azul.

No sabes
lo que intento ser
con tu eterna tormenta
con tu proa y popa más alejada que España
más lejana que mi merecida soledad.

Puedo cantarte las coplasajenas
de vidas extrañas
de ajenos amores muertos
tan parecidos como los que me muestras tú.

Pero desde mi eternidad
búho de faz solitaria
entiendo lo que eres tú.

España, España, España
de niño me enseñaron a escribirte entre mayúsculas…
Perú aguda.
España grave con su quechua llana.

EN LOS CAMPOS
A Urbano Muñoz

El hombre sencillo de mis campos
que va del sudor a laquietud,
la piedra que inmisericorde
helada del cielo
baja,
o al mal viento,
a la helada,
al vendaval que quiebra
la mata
y cosecha cierta,
estrechando el troje,
llenando el granero de nada.

A ese hombre
que va
por los secanos de mi tierra,
sencillo,
entonando el son
de su copla vieja,
lo miro y admiro
cada vez más
porque él no escucha
cantos bobos de sirenas.

Y puede que sucamino
no sea una senda de alfombra
roja,
fina seda cubierta,
ni su descanso
una hamaca que se balancea,
sin cuita alguna,
sueltas.

Pero sabe de inviernos
y veranos,
de otoños
y primaveras;
y otras estaciones
más profundas
que el hombre ciudadano
no sabe ni que existen
porque no cotizan en bolsa,
no las venden de rebaja
hechas
verdaderas gangas
cuando las estaciones,monótonas,
en la ciudad
pasan
y se agotan.

JUSTINIANO PUMAQUSI

Al hombre invisible con sus conquistas
Se ha roto su madreselva de labriego,
con las manos pulsó triste su féretro
y lloró como un niño,
como la lluvia de enero.

Sus claros capitanes, quinqués de rocas
fueron los vapores de la fragancia en popa
y su mano dura como el martillo,
sujetaban cansadas el asta del pico.

Lafuerza de invierno lo fue aplastando
al ver el campo llameante y sediento;
mató su sonrisa, sus rezos
y se llenó de hastío
y embriagose con cañazo
hasta quedar dormido.

Tardó tres años
en espesarse el cielo.
Justiniano no logró esperar
el siglo de invierno seco.
Lo enterraron
una tarde
con ayatakis,
con pututos alborotados,
en su pueblo, Tambo.

AL VER EL ROSTRO DE MI PAÍS
sientosus mil rostros de dolor
mil voces confundiéndose mientras se llaman,
al ver su forma diré
de su olvido en los andes
la crudeza de sus hitos,
que está en mis entrañas
y yo en las suya…
Uno se siente bastardo
pero lo siente más a él.

Al ver su nacimiento
uno se da cuenta de su improyección,
de esta Extraña España
hablándome de flor,
sonriéndome,
como la Madre
que nunca
me parió.Yo no me sé de mí sin ella
de sus cabellos que barren siempre los horizontes,
de sus ojos ajados que no siempre lloran tristezas,
las huellas que no polvorizan hojas.

Yo no me sé/conmigo
esta venda blanca y no ver hachas sueltas,
no matar al gallo de la teja vieja.
Solo, bajo mi hembra sobre pellejos…

Pero al ver su rostro me veo a mí.

Patria
Tierra al verte encuentro mi moraday aunque redunde: eres mi nido.
Patria, en tus zanjas
construyo mi camino
y observas orgullosa
mi errante destino.

La historia te hizo pajonales
y los buitres, un nido para Cuclillos.

Madre, soy el que regresa
con su mismo traje
y las mismas quejas,
el hijo de la posguerra
el que lactó sangre
de tu seno más pobre,
que sembró muertos
y cosechó aves como en mayo.

Patria,...