Poesias de los 4 movimientos de la literatura
1. ‘’Romanticismo’’ Biografía:
°°Mariano José de Larra
Por qué mariposilla
Llamas, Fabio, a tu papel
Con motivo de hallarse encinta nuestra muy amada reina Doña Cristina de Borbón
°°Gustavo Adolfo Bécquer
Por qué,mariposilla
¿Por qué, mariposilla,
volando de hoja en hoja,
haciendo vas alarde
ya de inconstante y loca?
¿Por qué, me di, no imitas
la abeja que industriosa
el jugo de las flores
constante en una goza?
Advierte que no vaga
del alelí a la rosa,
que una entre miles busca
y una fragante sola.
Y cuando ya la elige
hasta exprimirla toda,
jamás volublepasa
sin disfrutarla a otra.
¿No ves también que el pecho
de ella liciones toma?
que así jamás libada
deje de amor la copa.
Si en tus cambiantes raros
el sol que te colora
deslumbra nuestros ojos
con tintas mil vistosas;
¿Por qué, avecilla leve,
rehúsas voladora
sola, una flor y un cáliz
cubrir de orgullo y gloria?
Para el batir tus alas,para en las blancas pomas,
y en el turgente seno
de la que el pecho adora.
Allí una florecilla
dulce fragancia hermosa
al seno de mi Fili
con ambición le roba.
Vuela, mariposilla,
Llamas, Fabio, a tu papel
Llamas, Fabio, a tu papel
con petulancia ”sagrado”,
por eso se alberga en él,
Fabio mío, tanto malo.
Si has de poner por justicia
a cuantos te llaman necio,no nos pongas uno a uno,
pon, Fabio, al público entero.
Con motivo de hallarse encinta nuestra muy amada reina Doña Cristina de Borbón
Bastante tiempo, oh Rey, la refulgente
Antorcha de Himeneo ardiste en vano,
Y un sucesor al Trono inútilmente
Esperó de tres Reinas el Hispano.
Sí: salud a Cristina que esplendente
Vino a partir tu solio soberano;
Que ella es, Fernando, la que alTrono Ibero
Dos veces le asegura un heredero.
Gustavo Adolfo Bécquer:
Amor mío, mi amor…
Amor mío, mi amor, amor hallado
de pronto en la ostra de la muerte.
Quiero comer contigo, estar, amar contigo,
quiero tocarte, verte.
Me lo digo, lo dicen en mi cuerpo
los hilos de mi sangre acostumbrada,
lo dice este dolor y miszapatos
y mi boca y mi almohada.
Te quiero, amor, amor absurdamente,
tontamente, perdido, iluminado,
soñando rosas e inventando estrellas
y diciéndote adiós yendo a tu lado.
Te quiero desde el poste de la esquina,
desde la alfombra de ese cuarto a solas,
en las sábanas tibias de tu cuerpo
donde se duerme un agua de amapolas.
Cabellera del aire desvelado,
río de noche,platanar oscuro,
colmena ciega, amor desenterrado,
voy a seguir tus pasos hacia arriba,
de tus pies a tu muslo y tu costado.
Amor eterno
Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
Lallama de tu amor.
Yo sé un himno gigante y extraño
Yo sé un himno gigante y extraño
que anuncia en la noche del alma una aurora,
y estas páginas son de ese himno
cadencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirlo, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo
suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano esluchar; que no hay cifra
capaz de encerrarlo, y apenas ¡oh, hermosa!
si, teniendo en mis manos las tuyas,
pudiera, al oído, contártelo a solas.
FRANCISCO DE QUEVEDO
(Madrid, 1580 - Villanueva de los Infantes, España, 1645) Escritor español. Los padres de Francisco de Quevedo desempeñaban altos cargos en la corte, por lo que desde su infancia estuvo en contacto con el ambiente político...
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