Poesias del mundo Reynosa a
Cambiamos de remedios, al no encontrar ninguno eficaz ni válido, porque no tenemos fe ni en el apaciguamiento que buscamos ni en los placeres queperseguimos.
Si todos los que hemos matado con el pensamiento desparecieran de verdad, la tierra no tendría ya habitantes. Llevamos en nosotros un verdugo reticente, un criminal irrealizado. Y los que notienen la audacia de confesarse sus tendencias homicidas, asesinan en sueños, pueblan de cadáveres sus pesadillas.
La efervescencia de los corazones ha provocado desastres que ningún demonio se hubieraatrevido a concebir. En cuanto veáis un espíritu inflamado, podéis estar seguros de que acabaréis por ser víctimas suyas. Los que cree en su verdad -los únicos de los que la memoria de los hombresdeja huella- dejan tras ellos el suelo sembrado de cadáveres. Las religiones cuentan en su balance más crímenes de los que tienen en su activo las más sangrientas tiranías y aquellos a quienes lahumanidad ha divinizado superan de lejos a los asesinos más concienzudos en su sed de sangre.
El verdadero héroe combate y muere en nombre de su destino, no en nombre de una creencia
Las ideologías nofueron inventadas más que para dar un lustre al fondo de barbarie que se mantiene a través de los siglos, para cubrir las inclinaciones asesinas comunes a todos los hombres.
Perdéis el tiempoinsistiendo. Yo también he mirado hacia el cielo, pero no he visto nada. Renunciad a convencerme: si alguna vez he logrado encontrar a Dios por deducción, nunca lo encontré en mi corazón: y si lo...
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