Poesía amateur.
-Una tarde, buenos amigos, un par de cigarrillos y yo sólo quiero verte. Es quesu sonrisa con sus dientes como nube de cielo despejado, su cabello lacio y algo despeinado, sus ojos con su mirada penetrante, ¡como me gusta cuando me miras y me guiñas el ojo! Yo quiero que meintentes y te convenzas de que yo soy la chica de cabellos ardientes que te enamorará con mirarte y tocarte. Quiero ser aquella chica que te desnude el alma y el cuerpo, aquella chica que te haga temblarcon sólo su presencia, aquella chica que te haga olvidar a esa perdedora que hizo que te convirtieras en pequeños pedacitos de fuerte querer. ¿Qué esperas para quererme? ¿Qué esperas para envolvermeen un dulce baile en tu mente? Yo te anhelo. Anhelo que seas mi compañía de café y cigarrillos, mi compañía de amor y noches pasionales, mi compañía de lágrimas y risas. ¿Qué esperas, amor? ¿Quéesperas?
-Hoy la luna me dice que tal vez aquél ángel que en Abril partió, me ha olvidado. Pero aquél ángel no sabe la potencia con la cual lo extraño, mi memoria sólo tiene su nombre grabado, le hechotanto de menos que hasta el desvelo sabe de mí. Tal vez faltaron tantas cosas por decirle, faltó llegar a las tardes de Junio en que si ésa desdicha no hubiera sucedido nuestras auras estaríancaminando aún de la mano, nuestra historia hubiera podido renacer. Le amo tanto, más que una mañana con un café cargado y un cigarro en mano, más que ver un colorido atardecer a través de mi ventana, más...
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