Poetica caleidoscopica

Manuel Cerpa

Poética caleidoscópica en La noche de los asesinos del escritor cubano José Triana

Además de las lecturas que se validan o se justifican a sí mismas como acto estético, hay lecturas en que “leer” se ha vuelto sinónimo de “estudiar”. Hay, en este orden, lecturas que se efectúan con el propósito de comprender el sentido o los sentidos de determinada obra. Esto es, una especiede lectura hermenéutica; hay otras lecturas que se concentran en los mecanismos productores de sentido, ya sea con el propósito de persuadir, como es el caso específico de la retórica, o bien con un énfasis en la respuesta del lector y sus estrategias para negociar el significado frente al texto; hay lecturas históricas, políticas, sociológicas, psicológicas y muchas otras no menos importantes.Pese a las capacidades combinatorias de eventuales lecturas, hay textos que prácticamente demandan un tipo y los hay, por el contrario, que favorecen o hasta se restringen a determinado análisis. También hay obras que parecen capaces de imponerse a los lectores de diversas épocas y distintos espacios para suscitar un muy amplio tipo de lecturas. Tal es caso de La noche de los asesinos (1965)del escritor cubano José Triana (1931).
En este espacio revisaré cronológicamente diversas interpretaciones que se han realizado de La noche de los asesinos para finalmente, a través de una lectura semiótico-estructuralista, discurrir en los rasgos característicos del texto que han hecho posible esta multiplicidad de lecturas igualmente inteligentes y pese a todo, en ocasiones contradictoriasentre sí; aunque de ninguna manera excluyentes puesto que el corpus analítico que se ha desplegado en torno a esta pieza dramática es consecuencia de los mecanismos internos de la estructura que propicia una serie de relaciones simultáneamente alegóricas, especulares y elípticas. En suma, La noche de los asesinos ha sido escrita con el claro propósito de favorecer lecturas múltiples, según se mire,como las variaciones ópticas que ofrece un prisma de tres espejos encerrados en la estructura circular y dinámica del caleidoscopio.
El historiador de teatro latinoamericano Frank Dauster, en su artículo “The Game of Chance: The Theatre of José Triana”, escrito en 1969, encuentra a un autor preocupado por lo irracional y lo incoherente del comportamiento humano, un autor que interroga a laviolencia en su obra (3).
La describe como una dramática metáfora de una institución decadente, una visión desolada de las relaciones entre generaciones, una enorme blasfemia contra los cimientos de la sociedad. Según su lectura, Cuca, Beba y Lalo, al igual que María en Medea en el espejo (1962), están buscando sus propios rostros. Para él, la tragedia de estos personajes consiste en que elasesinato simbólico de las autoridades solo conduce al caos y reiteradamente al mito de la insensatez, de la violencia irracional. Considera el juego del asesinato como una ceremonia ritual interpretada ya con anterioridad y que tiene que ser interpretada de nuevo. Le parece, sin embargo, que no es un rito vacío del cual toda la sustancia ha sido removida, interpretado como una celebración simbólica deun hecho largamente ejecutado, sino una limpieza preliminar. Más que posterior, es un ritual anterior al acto y como tal más lúgubre (7).
Para Dauster, el autor de La noche de los asesinos no es un crítico social en un sentido ordinario. En su obsesiva representación de los mitos de la violencia y la irracionalidad en la vida cubana, Triana no comenta sobre problemas económicos o políticossino que es profundamente crítico de la ceguera moral. Está preocupado por la precaria existencia del hombre y su teatro es un tenaz examen de nuestro condenado esfuerzo por encontrar nuestro propio rostro a pesar de la conspiración de nuestro destino irracional y vengativo (7).
“La noche de los asesinos” es el quinto capítulo del libro José Triana: ritualización de la sociedad cubana, del...