Polemica de Thompson y Althuser 1970 de teoria historica y marxismo
P. Thompson y Louis Althusser
Social theory and historical experience. E.P. Thompson and
Louis Althusser controversy.
César Rendueles
Universidad Complutense de Madrid
RESUMEN
Este artículo examina desde una perspectiva epistemológica la crítica de E. P.
Thompson de la filosofía de Louis Althusser. En primer lugar plantea y evalúa
trestesis althusserianas relacionadas con la teoría social de Marx. En segundo
lugar, analiza la alternativa que plantea Thompson y propone una reformulación
que la haría más plausible y fructífera.
PALABRAS CLAVE: Epistemología, praxiología, marxismo
ABSTRACT
This paper examines E. P. Thompson’s critique of Louis Althusser’s philosophy
from an epistemological point of view. First, it sets out andassesses three
althusserian theses on Marxist social theory. Second, it analyzes Thompson’s
alternative and suggests a reformulation of his criticism that makes it more
plausible and productive.
KEYWORDS: Epistemology, praxeology, Marxism
Miseria de la teoría (1978) es, en su planteamiento y en sus objetivos, un texto de
intervención clarividente. E. P. Thompson comprendió que estaba asistiendo auna desintegración catastrófica de la actividad teórica vinculada al antagonismo
político, una crisis definitiva de la tradición marxista tal y como había sido
entendida hasta entonces (Gray 1990:164). En vísperas de un contraataque
ideológico brillante y muy bien organizado de la derecha neoliberal, la
vanguardia intelectual de la izquierda parecía empeñada en inmolarse en su
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SOCIOLOGÍA HISTÓRICA (SH)
propio altar especulativo. Por supuesto, a lo largo del siglo XX el marxismo
occidental rara vez se resistió a la tentación de un buen chapuzón en las ciénagas
de la abstracción y el teoreticismo. Pero a finales de los años sesenta se dio un
paso adicional y una parte significativa de la teoría social radical rompió amarras
con sus compromisosemancipatorios y se convirtió en un pecio intelectual a la
deriva por la calma chicha del pensamiento académico.
El legado de Althusser desempeñó algún papel en este proceso, aunque es
materia de debate cuál fue su impacto real (Kaye 1989: 195; Benton 1984). La
retórica del estructuralismo marxista es tan autoparódica que invita a la
sobreinterpretación. En realidad, la propuesta teórica de Althusser eramás bien
doméstica, cercana a las miserias cotidianas del Partido Comunista Francés
(Brohm 1975: 59). Pero la formidable caja de resonancia del mandarinismo
intelectual galo le dio un alcance para el que ni de lejos estaba pensada ni
preparada (Rancière 1974: cap. 2).
No obstante, es cierto que muchos discípulos directos de Althusser derraparon a
la derecha a una velocidad vertiginosa y tal vezsintomática. Entre los méritos
recientes de Régis Debray está la adaptación al lenguaje de la tercera vía europea
de las políticas penales de la derecha neoconservadora norteamericana. En
España, Gabriel Albiac, althusseriano de guardia durante décadas, se ha acodado
en el TDT Party sin modificar apenas su discurso. En los anales de las afinidades
improbables ocupa un lugar destacado la reapariciónen la teoría queer (Butler
2000) de la obra de Althusser, un leninista implicado en un caso de violencia de
género que se libró de la cárcel gracias a las presiones de la intelligentsia parisina
(Marty 1999).
Perry Anderson intentó justificar la obra de Althusser por sus subproductos.
Consideraba que no podía ser tan deficiente una corriente intelectual que había
dado lugar a análisis empíricoscomo los de Guy Bois, Michel Aglietta, Nicos
Poulantzas, Pierre-Philippe Rey, Robert Linhart, Erik Olin Wright o Göran
Therborn. Creo que hoy mucha gente coincidirá en que el interés de algunos de
esos trabajos perdura a pesar de su bagaje estructuralista y no gracias a él.
Posiblemente el legado más vivo de Althusser sea su reformulación de la teoría
de la ideología, que ha desempeñado un papel...
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