Politica Colombia

COLOMBIA: UN ESTADO EXISTENTE E INEXISTENTE AL MISMO TIEMPO
“Colombia es un país que se ha acostumbrado a la mendicidad,
y ello significa, es un país que ha renunciado a la dignidad”.

William Ospina1

Es septiembre de 1989 por la tarde en Colombia, un paraíso lleno de hombres muriendo de indigencia, como alguna vez Gabriel García Márquez se refirió a este país. Terrorismo y violenciason algunos de los elementos que vapulean cada día al pueblo colombiano, que cansados de esta inclemente realidad, convocan a una séptima papeleta para las elecciones del próximo año. El resultado es victorioso y para diciembre de 1990 se desarrollan comicios para elegir representantes de la Asamblea Nacional Constituyente, dando lugar a la redacción de la Constitución del 1991. La nueva cartamagna estableció como principios la participación ciudadana y el establecimiento de una democracia participativa, en búsqueda de alcanzar un clima de paz que garantice el ejercicio de los derechos humanos en cada ciudadano. Hoy, dos décadas más tarde, los fundamentos sobre los cuales se fundó la constitución se han quedado en la simple formalidad. Debilidad del estado, descomposición social,concentración del poder y riqueza en unos pocos, bajo capital social y falta de visión a largo plazo son algunos de los elementos que preponderan en la sociedad colombiana actual; motivo por el cual se ha cuestionado cómo el estado colombiano a pesar de tener una organización estatal y una legislación muy estructurada no ha sabido dar respuesta a las necesidades de la población. Para ello se propone lasiguiente tesis: El estado colombiano se erige a partir de una sociedad hegemónica que imposibilita el ejercicio de los derechos fundamentales de sus ciudadanos, igualdad de oportunidades y legitimidad en los procesos políticos.

Históricamente el poder político en Colombia se ha concentrado en una pequeña élite. En menos de 20 años, menos de 9000 personas entre políticos, burócratas yempresarios han ocupado 1500 de los cargos más influyentes en el gabinete de gobierno.2 Por otro lado, la presidencia parece ser una sucesión continua de una familia a otra. Basta con observar a Juan Manuel Santos, miembro de una familia que se ha hecho con el mando del país por más de 200 años. Desde María Antonia Santos, prócer de la independencia, pasando por Eduardo Santos quien fuera presidente entre1938 y 1942, Francisco Santos como vicepresidente entre 2002 y 2010 y finalizando en el actual mandatario, se demuestra cómo el poder se ha transferido entre pequeñas élites a través de vínculos contraídos entre sí. Bajo este orden de ideas; usted, yo o cualquier otra persona quien desee llevar a cabo una carrera política, deberá enfrentarse con estas complejas redes de relaciones creadas a partirde cargos o parentesco, toda una odisea. Efectivamente, la Constitución de 1991 dotó al ciudadano con diversos mecanismos de participación que intentaban ser un puente entre aquella élite y el pueblo, de allí se destacan el referendo, el plebiscito, la consulta popular, el cabildo abierto, entre otros. No obstante, las reglamentaciones desarrolladas por estos mecanismos dejaron la intervención delos ciudadanos a propósitos consultivos, informativos o de fiscalización, con poco acceso a decisiones relevantes como la gestión del desarrollo o definición del presupuesto. El poco impulso otorgado por la clase política a la participación, sumando el clima de violencia y conflicto, ha enriquecido el poder de tal élite y dejado en un segundo plano al ciudadano.

Y es que este selecto grupo depersonas con mejores condiciones económicas y “estatus” político que conforman el estado, no ha sido capaz de responder con las necesidades de la población. Así mismo, se encargan de enriquecer su propio patrimonio y saciar sus intereses particulares. Ya William Ospina se ha pronunciado al respecto, criticando intensamente al Estado colombiano:
“Nunca se ha visto nada más servicial con los...