Politica
El mundo de laliteratura todavía no es Hollywood y ni siquiera se aproxima al star system de los músicos populares (pese a tanto jam poético). Patrimonio de los mismos cuatro o cinco despistados que ven " Dr.House " mientras despachan libros de Alejandro Zambra, Samanta Schweblin o Katya Adaui, admite, provoca paradojas como la de Jeftanovich en Colombia:una de las escritoras decisivas del idioma español,cuyas visones iconoclastas de la infancia aportan incluso nuevos ( y desconcertantes ) reflejos al permanente letargo en el que sobrevivimos, se pasea por Bogotá, Tunja y Jenesano - aldea de la
** provincia - sin que los siete sabios de la Alejandría centralista, ni El Tiempo ni El Espectador, se enterasen del asunto, sin que les inquietara. Comprensible: Gabriel García Márquez aunno le da la bendición papal a Andrea Jeftanovich, la escritora chilena no existe en el país de Macondo. Con lo necesitados de sombra que están nuestros jóvenes lectores, de callejones ciegos que lesimpidan mirarse el ombligo. Seguirán alumbrados por Paulo Coelho o por algún narrador liviano de consumo interno como Mario Mendoza. Postergados sus encuentros con una literatura feroz y honesta.
"Por aquí pasó Bolívar " suele decirse en cada lánguido pueblito de este país. Para que la Gloria quede bien repartida, como el pan. Resta el consuelo de leer a la Jeftanovich mientras se sueña conuna palabra que nos justifique o nos saque del ostracismo. " Ser famoso en Suramérica es tener el privilegio de seguir siendo un desconocido " escribió Paul Groussac. Por aquí pasó la famosa Andrea...
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