Politica
Instituto de Teología para Religiosos
Filosofía Política II
Prof. Edsel Moreno
Alumno: Héctor Álvarez,sj
Pericles, Democracia y Ciudadanía Ateniense
Como si fuera una obra de teatro multiforme, se nos presenta la historia bien como una comedia, una epopeya, una tragedia o un romance. La historia de la Humanidad dentro de la multiplicidad deescenarios que nos revela, nos permite observar aspectos de la naturaleza humana que, como una rúbrica, han ido firmando la secuencia evolutiva de la sociedad.
Por estrategia metodológica se acostumbra exponer la historia en segmentos, ya que según dicen los académicos, permite una mejor compresión de los procesos sociopolíticos y antropológicos de la humanidad. Pero esto no implica que en los hechos,la historia esté dividida en bloques independientes y extraños unos de los otros. Lo que en principio era una estrategia metodológica, puede dar una manera errónea de auto-comprendernos.
En realidad la historia es un todo continuo que crece en la medida que nos acercamos al mañana. Obedeciendo esta iniciativa metodológica se puede crear la ilusión de discontinuidad en los procesoshistóricos, pensar esto, es asentar por ejemplo que: el monopolio de la sabiduría por parte de Iglesia Católica en el Medievo, no influyó en el surgimiento del movimiento humanista del Renacimiento, que buscó rescatar la parte del hombre olvidada por la tradición. Sostener esto, es afirmar que la Ilustración no encuentra sus raíces en el antropocentrismo del Renacimiento y que la Revolución Francesa frente ala Monarquía exige igualdad, fraternidad y libertad sin las ideas ilustradas.
¿Acaso no podemos conectar la contemporaneidad, con la modernidad y ésta a su vez con el Medievo, que se relaciona directamente con el Imperio Romano y éste a su vez con la gran Atenas? Queda claro entonces que la historia de la Humanidad es un bloque continuo atravesado por el hilo de la tradición histórica.Esta tesis es sostenida por Gadamer cuando dice “entre nosotros y los griegos hay una cierta continuidad de cuya naturaleza nosotros mismos no somos plenamente conscientes”.
Tal vez esta inconsciencia es una de esas características humanas que la historia nos permite descubrir. Si no todos los hombres, al menos el hombre occidental en su mayoría está sediento por la novedad. Le agrada lonuevo, quiere ir mas allá para descubrir sus límites, es la idea de avance desenfrenado, que nos hace fijar nuestra mirada en el futuro ignorando el pasado.
La historia se presenta como una materia pesada y tediosa sin novedad que descubrir. De esta manera el hombre no se preocupa por girar su mirada atrás, ya que por una parte evita develar la cara frágil y dolorosa de nuestros errores, y porotra parece algo retrógrado, nada que ver con el ideal de avance moderno. Esto apoya una segunda ilusión: la de pensar que todo es novedad, que todas las ideas contemporáneas son nuestras hijas. Si bien es cierto que hay su cuota de realidad en la producción descomunal del conocimiento del hombre moderno, no podemos pensar que todas las ideas son retoños modernos.
Al hombre le cuesta entendery relacionar que mucho de lo novedoso, viene junto a una tradición que se ha ido elaborando, que tiene una génesis y así como el artista tiene una visión más completa de su creación ¿acaso los auténticos creadores no deberían tener el derecho de palabra, para interpelar a la contemporaneidad? Posiblemente nos tengan que decir algo, tal vez mostrarnos que lo que llamamos hoy ‘democracia’ o‘ciudadanía’ es algo que ellos conocieron y reflexionaron.
Las ilusiones de discontinuidad y de absoluta novedad hacen que se le dé la espalda a nuestra historia y, como ya se mencionó, hay un miedo humano al autoconocimiento a través de nuestra historiografía, ya que los errores pueden revivir como fantasmas ya silenciados, pero: ¿sin conocer esos errores no corremos el riesgo de volverlos a...
Regístrate para leer el documento completo.