Politica

El Poder Ciudadano y el Poder Político
Contribución de Germán Ruiz

1. Presentación La política en Colombia ha sido una versión institucionalizada de una tradición violenta de hacer lo político;
rasgos esenciales de esto son la politiquería, el clientelismo, la compraventa de votos y, en fin, una serie de actividades
personales regidas por el interés privado. La democracia formal, a su vez,se ha definido por el predominio de lo
corrupto, de la exclusión y del irrespeto por la diferencia.Para repensar el sentido de lo público es de vital importancia
dilucidar cuál podría ser el papel de los ciudadanos y los políticos.
Ese “poder ser” se forja a partir de lo que fuimos y de lo que somos los colombianos, evitando caer en la
tentación criolla de pretender convertir aColombia en “el Japón de Suramérica”2 o en una “sucursal
de Miami”3. En el poder ser se halla implícito el principio filosófico de acuerdo con el cual, antes que mediante el
cambio, el ser vivo crece gracias a su reconocimiento. En ese sentido, cambiar entrañó y entrañaría desconocer quiénes
somos y de dónde venimos, mientras que reconocer comportaría una reflexión profundaacerca de lo que fuimos y lo que
somos para apreciar nuestras fortalezas y debilidades de manera auténtica. Se entenderá, por lo tanto, que el perfil del
ciudadano que potencia la Colombia posconflicto corresponde al de aquellas personas que votan responsablemente, se
interesan por informarse y actúan críticamente frente a los medios de comunicación y los estamentos del poder público yprivado, es decir, ciudadanos que ven en la política algo que les pertenece. A su vez, se entenderá que el perfil del
político corresponde a los ciudadanos que se mueven en el ámbito local fomentándolo y, además, están dispuestos a
asumir los retos de un mundo globalizado. Ambos perfiles están enlazados a la óptica filosófico-cultural que sugerimos
como condición reconstructiva de la Colombiaposible, simplemente porque somos conscientes de que los rasgos del
ciudadano y del político que estamos proponiendo obedecen a un conjunto de valores inherentes a la colombianidad.
Admitiendo que los ciudadanos y los políticos colombianos nos encontramos, como se dice coloquialmente en el fútbol,
“jugando en las divisiones inferiores”, nuestro planteamiento se dirige justamente a personascomo usted,
amigo lector, que se han acercado a este libro buscando elementos y destrezas para reconocerse, transformarse y
poder “jugar en las ligas mayores”. Ello significa que desde ahora usted se sienta, se vea y actúe distinto
en la política colombiana al convertirse, ya sea en un nuevo ciudadano, ya en un nuevo político.
2. La propuesta: el neo-ciudadano y el neo-políticoLos dos perfiles del neo-ciudadano y del neo-político deberán tener
un soporte institucional proveniente del Congreso, de los medios de comunicación y de los partidos políticos. El
fortalecimiento de estas instituciones sociales es imprescindible para que la participación en la arena política, tanto de
ciudadanos como de políticos, sea transparente y permita procesar los problemas fundamentalesdel país y empezar a
solucionarlos. En este orden de ideas, a continuación describiremos alternativas de salida a la crisis política colombiana,
aclarando primero el significado de ser ciudadano y de ser político, y luego discutiendo los perfiles de los ciudadanos y
los políticos que harían posible cimentar una sociedad cada vez más incluyente, más equitativa y, por supuesto, menos
corrupta.Finalmente, invitaremos al lector a asumir el juego de la política con responsabilidad y compromiso.
3. Más allá del CVY4 Para superar el estado de frustración que padecemos hoy los ciudadanos y los políticos
colombianos es preciso trascender una manera de pensar y de actuar la política en la Colombia presente. Obedeciendo
probablemente a presupuestos morales justificativos de la apropiación de...