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El gato, el perro y los ratones

En una casa vivían un gato un perro. La dueña de la casa los quería mucho. El gato se calentaba horas, de horas junto al fogón y el perro pasaba la tarde en elpatio. La comida que comían, sin ser abundante, nuca fue poca.
La dueña repartía la comida entre sus animales. La carne se la daba al gato y los huesos al perro. Nadie se quejaba y cada cual estabaconforme con su suerte.
Pero sucedió que llego la Cuaresma y el ama compró pescado. El pescado que compro era inmenso y precioso. Lo escamo, lo destripo y lo rebano en tajadas. Dio una, la más delgada,al perro, lo demás lo guardó para la cena. El gato espero en vanó su parte. Al principio no se dio cuenta de la injusticia que se hacía con él, pero cuando vio que el perro se relamía el hocico,entonces entendió que había sido víctima de una burla. ¿Dónde estaba la justicia de su ama? Protesto. Recordó que a él, por derecho, le correspondían las espinas. Lo justo es lo justo. “Antes yo comía lacarne y el perro lo huesos. Hoy el perro comió la carne; y a mí me tocan las espinas”.
A la noche el gato presento su queja. La dueña de la casa se hizo la sorda. El perro paró las orejas. Tampocooyó razones. Pelaron, es decir, ladraron y maullaron al mismo tiempo. No se pusieron de acuerdo y pensaron, entonces, ir en busca del juez. Y con este deseo fueron en busca de la lechuza y subieron alcampanario de la iglesia. La lechuza oyó a los quejosos; movió la cabeza y dijo que la cosa era grave y que era necesario mirar lo que dice el libro de la ley. Tomó el Libro de los Animales, busco lapágina correspondiente y metió el pico entre las líneas y leyó: “Si las dueñas compran pescado, la carne es del pero y las espinas…”
Acabo de leer y levantó la cabeza. El gato dio un salto, el perromeno la cola y la lechuza encogió el cuello. Los tres miraron y remiraron lo que decía el libro. El gato noto que la página del libro estaba comida por los ratones y que, por tanto, el texto no se...