Pollas
El único testigo de nuestro primer beso fue la estatua de Viera y Clavijo de la plaza. Bajo Su atenta mirada, dimos rienda suelta a nuestros sentimientos ocultos, y mis labios sehicieron unos con los suyos. Le pedí salir mientras nos observaba, y quizás por eso cada vez que paso por ese lugar siento que sus ojos me miran con aprobación y cierta actitud paterna que meconmueve. Siento que de alguna todo el que pasa por ese sitio está bajo su tutela durante unos pocos segundos, y que durante estos breves instantes nos apunta con cariño en su libreta, al igual que apunto acada animal que vio en estas hermosas islas. El simple hecho de que esta persona trabajara tanto tiempo, recopilando información, redactando, observando, me motiva. Este hombre amaba su particulartrabajo, y al verlo ahí, observándome ser feliz con la única persona que me hace realmente feliz, sentí que yo debía seguir su ejemplo. Debía entregarme a ella como él se entregó a su estudio de la vida.¿Parece un simple sueño de adolescente, verdad? Y lo fue. Todavía hoy lo sigue siendo, a pesar del tiempo que ha pasado. La creencia de Viera y Clavijo en el progreso, en la Ilustración, meconmovió. Me movió, me tambaleó, me tiró al suelo y volvió a levantarme, porque saber que alguien que dedicó su vida casi totalmente al desarrollo del saber y de la fe, dos conceptos que la gente se empeña enseparar pero que él sabía que podían ir de la mano, había recorrido las mismas calles que yo, dado los mismos pasos que yo, era simplemente un ser humano normal y corriente. Como usted, o como yo.Como ella.
Viera y Clavijo me hizo comprender que cualquiera, en su normalidad, era capaz de ser especial en cierto modo. Porque él no fue un héroe de novela, ni un personaje de película, ni undeportista de élite. Fue lo que eligió ser, lo que luchó por ser. Construyó su propia identidad haciendo lo que deseaba, y con ello construyo su legado. Y yo no pude evitar seguir su ejemplo. Tomé las...
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