Política cultural: divagaciones

Política cultural: divagaciones
Sergio Gómez Montero*
El universo expande la finitud de sus cuerdas:
no hay bordes. Es de noche alrededor
E. Morales: “Poema”

I

¿Qué pasa hoy, en el país, con su política cultural, luego de que ella no existió los años últimos? ¿Hay hoy algún signo de que eso va a cambiar de acuerdo a como lo reclaman los tiempos actuales? ¿Qué tan complejo es elpanorama al respecto?
En principio, hay campos en la actualidad, propios de esa política, que desde años atrás se han pasado por alto: la preservación, no sólo desde un punto de vista museístico, de todo lo referente a la cultura de los pueblos autóctonos (que no indígenas): territorio, lenguaje, mitos y costumbres, y organización tradicional para el trabajo supervivientes hasta hoy en el país (quetiene que ver mucho, obvio, con la preservación autónoma de esos pueblos); la difusión masiva y popular de las actividades artísticas (es decir su no concentración, sólo, en recintos cerrados; y no confundir popular con industria del espectáculo); la muy escasa relación que existe entre cultura y escuela (es más, ¿qué hacer con la utilización del tiempo libre, cada vez mayor, en el futuroinmediato?); la manera parcial e insuficiente en que se manifiestan la descentralización y regionalización de la cultura, entre otros muchos que pudieran mencionarse. Pero ojalá y fuera sólo eso. Y claro que no, que hay bastantes cosas más en lo referente a política cultural, que hoy han abierto nuevos e interesantes campos de atención. Por eso, estas notas se centran en campos de atención que la políticacultural no toma aún en cuenta.
Así, hasta hoy, son tres los campos a los que la política cultural no ha puesto atención, quizá por la novedad (no mucha, pues hace rato que están allí, mas casi desapercibidos). Los menciono:
a) Las relaciones cada vez más complejas que se dan entre cultura y medios colectivos de comunicación (MCC), incluyendo particularmente las nuevas relaciones creadas porel impacto de la denominada red (incluyendo las redes sociales, claro)
b) La atención urgente a las relaciones que se deben de dar entre cultura y educación, dándole particular atención, como se mencionaba, al uso del creciente tiempo del ocio disponible.
c) Surgimiento, dentro de la cultura, de un nuevo campo de atención: la economía cultural que, directa o indirectamente, tiene que ver con lahoy denominada industria del espectáculo y cómo racionalizar ésta.
Finalmente, vinculado a esos tres campos, aparece un problema adicional: la compleja situación actual de la cultura reclama, sin duda, un nuevo perfil de analista de ella, con objeto de que los problemas que le son propios sean correcta, objetiva y verazmente analizados, pues hasta hoy los análisis de la cultura pecan deparcialidad, impresionismo y marginalidad, lo que limita el conocimiento del hoy complejo campo de la cultura.
¿Se avanzará hoy, en política cultural, sobre los temas viejos y nuevos? Porque, de tomar en cuenta lo que sucedió en el foro sobre cultura del pasado día 12 de abril en la SEP, nada o casi nada se tocó. Nada tampoco aparece de cultura en el Plan Nacional de Desarrollo, olvidándose así delprincipio esencial formulado Jesús Reyes Heroles: “Sin cultura no puede haber política”.

II
Maléficas pero diferentes son hoy las relaciones que se han establecido entre medios colectivos de comunicación (MCC) y cultura; las suyas, desde sus orígenes, han sido relaciones perversas. ¿Será por eso, acaso, que en términos de política cultural nunca, o casi nunca, esa relación se aborda? ¿Por qué seevade el analizar esa relación siempre, o casi siempre, a la hora de elaborar las llamadas políticas culturales? Sin duda, porque la relación es difícil, pues los MCC nacen, consciente o inconscientemente, como una cuña que se opone de raíz a todo lo que la cultura representa en términos sociales o bien porque la visión que predomina en las políticas culturales es sólo la de la preservación...