Política Exterior del Duque de Lerma

La Pax Hispánica, política exterior del Duque de Lerma
Autor: Bernardo José García García

Hª Moderna de España

*Resumen:
El libro está formado por capítulos correspondientes a un mismo período de tiempo,
pero tratando temas paralelos que ocurrieron en ese tiempo, como reducción de gasto,
marina, ejército...etc. Así pues, es libro se repite o se “pisa” varias veces al explicar
algo. Elresumen es lo siguiente:
1) Herencia y renovación: Aquí vemos la herencia internacional que recibió Felipe III
de su padre, y los cambios que se abordarán en ella, de orden político, administrativo,
económico y financiero, así como un relevo en la cúpula del poder. El libro hace un
repaso a estos temas, así como habla muy brevemente de cómo actuaba y era Felipe III
y su valido el Duque deLerma. La situación era la siguiente: se hereda una guerra con
Inglaterra y los Países Bajos, aunque con Francia no, porque la paz de Vervins del año
1598 había terminado con la intromisión de la Monarquía Hispánica en ese país.
También se sostenía una guerra con el Imperio Otomano, y había problemas en
Italia. En el plano internacional, se heredaba también la defensa del catolicismo aultranza, y por lo tanto, la enemistad con los estados protestantes del norte, así como el
compromiso de mantener el frágil Statu Quo en la zona del imperio (heredado por la paz
de Augsburgo en 1555).
Los primeros contactos de Felipe III con el manejo del poder, fue cuando tenía 15 años,
asistiendo desde 1593, a las reuniones de la principal Junta de Gobierno. Contamos con
testimonios que ya hacen unretrato del príncipe como tranquilo y sumiso, aunque hábil
e intrépido en la caza, manejo de armas...etc. Este primer aspecto se mostrará en su
inactividad en el campo de batalla, y por ello la propaganda prefirió exaltar las virtudes
como “príncipe de los cristianos”, con la expulsión de los moriscos, o con la devoción
con la hora de la oración. Esta sensibilidad religiosa (que le había sidoinculcada desde
pequeño), lo hacía más “vulnerable” y más sensible a la hora de atender cualquier
petición de sus predicadores reales o confesores. Pronto, la presencia del rey en los
consejos se convirtió en algo bastante excepcional, a ello contribuía sus numerosas
ausencias de la corte (en viajes oficiales o de recreo), promovidos por su valido el
Duque de Lerma y sus hombre de confianza,con lo que conseguían situarse más cerca
del poder político-constitucional y cortesano.
Pero hablar de Felipe III es hablar del Duque de Lerma. Éste tuvo un protagonismo
omnipresente y abrumador en la política, sobre todo, en los primeros años de su

privanza, obedeciendo a su propósito de: consolidar su poder e influencia, construir su
propia red de hechos y alianzas, participaractivamente en la reorganización de los
consejos, levantar un rico y poderoso estado familiar, recuperar una posición
preeminente para su Casa, desarrollar un progresivo control sobre el patronazgo real e
impulsar la política exterior de la corona. Y aunque esta decidida política de
intervención del valido en todos los mecanismos del poder trató de llevarse a cabo sin
provocar graves confrontaciones,y sin traicionar la confianza regia, no dejó de
suscitar un importante reflujo de críticas contra su forma de acaparar responsabilidades
y mercedes y de restringir en exclusiva el acceso al monarca. Ya, nada más suceder la
muerte de Felipe II, el Duque de Lerma, se hizo cargo de los papeles de gobierno,
llegando a tener acceso a todas las consultas, cartas, y papeles dirigidos al rey,convirtiéndose en el principal intermediario en la resolución de los principales negocios
de Estado y Hacienda. El intenso trabajo que requería la privanza, sobre todo en los
primeros años del reinado, pronto empezó a hacer mella en la salud de Lerma. Destaca
su papel como intermediario entre los consejos de Estado y Guerra, y los recursos
financieros que podía allegar el presidente de Hacienda y...