Pompeya

POMPEYA AÑO 79 d.c. Robert Harris
Pompeya: perla de la bahía de Nápoles, reposo y ocio de los más afortunados. Y dominándola, el Vesubio: el más imponente de los volcanes, un peligro mortífero.
Marco Atilio Primo había sido designado por el César para el mantenimiento del acueducto Aqua Augusta. El acueducto tenía una importancia estratégica para el Imperio, se le llamaba el cordón umbilical, yya 4 generaciones habían sido necesarias para su construcción. Traía agua desde los Apeninos hasta el sur de Italia. Atilio escaló y llegó a lo alto de la colina desde donde una maravillosa vista del volcán y del valle fértil se abrió ante él. En esta ocasión su grupo de trabajadores no quisieron acompañarlo: Corax, el jefe del equipo, había dicho “Los gigantes viajan por el aire del Vesubio ysus voces son como truenos”. Se sacudió la tierra roja y la ceniza negra de la túnica, esa misma ceniza que daba riqueza a la tierra. Continuó lentamente el ascenso por la ladera del volcán. Desde el principio del verano los habitantes habían observado una serie de hechos muy extraños y habían empezado a hacer sacrificios de corderos. Atilio, por el contrario, pensaba que las grietas en elacueducto, el olor a azufre del manantial y la muerte del ganado de Polites el viejo estaban relacionadas con el volcán. Por eso no se sorprendió tanto cuando de repente notó, a través de sus sandalias, el calor del suelo. Entonces advirtió que tampoco había visto lagartos ni aves.

¿Qué relación hay entre la fertilidad de la tierra y las cenizas?

¿Cuál es la causa de la muerte del Trepó por el bordede la cima y se asomó al techo. La cumbre no era el afilado pico que se divisaba desde bien era llanura irregular de roca negra. ganado? abajo, mássiseando unael silencio, con su inconfundibleAl menos 3 columnas de vapor grisáceo se alzaban del suelo, en olor nauseabundo a azufre. La brisa lo empujaba

suavemente hacia Pompeya. Ese lugar, se dijo Atilio, era el corazón del diablo. Intuía algogigante y perverso. Se le podía llamar Vulcano, se le podía adorar como a un dios, pero en cualquier caso resultaba una presencia tangible. Se estremeció. Hora quarta (10:37) Reunión de los magistrados: Los magistrados fueron convocados con urgencia por Popidio. Popidio traía los trabajos del geógrafo Estrabón, que viajó por las tierras del Vesubio pero también del Etna en tiempos del DivinoAugusto. Según él, el Vesubio estaba mostrando los mismos signos que había dejado percibir el Etna antes de explotar. Entre todos los magistrados, Ampliato era el más reticente a la idea de que semejante catástrofe pudiera ocurrir, además no sabía leer griego, así que estaba plenamente convencido que había que recordar al pueblo las predicciones favorables de la Sibila. Al fin y al cabo, las nuevascenizas, los pequeños terremotos y las fumarolas apestosas formaban parte de sus vidas desde los tiempos de Rómulo. Finalmente, se pusieron de acuerdo en celebrar la ceremonia del sacrificio y la ofrenda dirigida por la Sibila. Brindaron sonoramente, pero al dejar sus copas sobre la mesa observaron estupefactos como estas se desplazaron poco a poco hasta caer al suelo. Contemplaron las losasestúpidamente. Bajo sus pies, el temblor fue aumentando, y súbitamente, una racha de aire caliente cruzó la sala, lo bastante fuerte para empujar las contraventanas. Un instante después, lejos pero con gran claridad, llegó el estruendo de una doble explosión.

¿Cual puede ser la magnitud de este primer temblor?

¿Y la Hora sexta (12:57) intensidad? Ampliato salió a la calle con los magistrados. De lavecina panadería y por toda la calle, la gente salía para
contemplar el Vesubio, cubriéndose los ojos. La columna de humo negra se hacía más y más ancha. Alguien gritó que el viento la empujaba hacia la ciudad. Poco a poco, los gritos se fueron haciendo más generales. Muchos comenzaron a correr hacia sus casas, de las calles laterales la gente comenzó a formar una masa compacta. El gentío...