Ponencia arendt

Sumilla:
El tema a presentar es el del pensamiento en el análisis de Hannan Arendt. Esta autora, pone al pensamiento en el tapete luego de su participación en el juicio de Eichmann en Jerusalén. En el relato que tiene del mismo, acuña el famoso concepto de la “banalidad del mal”, con el cual rompe con los esquemas tradicionales del concepto de maldad, aduciendo, asimismo, que dicho personaje nopensaba, y así, presentarnos finalmente, al paradigma del pensamiento: Sócrates.
Hoja de Vida:
María Roxana Escobar Ñañez, bachiller en filosofía por la PUCP con estudios de posgrado en el diploma de Desarrollo Humano y la Maestría en Ciencias Políticas en la PUCP. Actualmente trabajo como pre-docente en la PUCP y como profesora de Filosofía y Lógica en el Colegio La Casa de Cartón. Misintereses son: la filosofía política, el desarrollo humano, la ética, y la educación intercultural bilingüe.

El Pensamiento
Esta ponencia esboza una reflexión alrededor de la frase de Hannah Ardent: Eichmann no pensaba. El interés que le otorga al tema del pensamiento tiene que ver con su participación en el juicio de Eichmann en Jerusalén. En el relato que tiene del mismo, acuña el famoso conceptode la “banalidad del mal”, con el cual rompe con los esquemas tradicionales del concepto de maldad, aduciendo, asimismo, que dicho personaje no pensaba. Para ella, no es necesario ser un monstruo o un ser demoníaco para que podamos realizar acciones que conllevan a atrocidades. Eichmann era banal, ni su existencia ni sus motivos tenían trascendencia; no pensaba y su ausencia de pensamiento sedebió a que no juzgaba, pues solo obedecía sin pestañar.
De este modo, una de las aristas del análisis de la mencionada frase radica en el pensamiento en tanto categoría filosófica primordial para la autora. La figura que propone Arendt para poder explicar con certeza su concepción de pensamiento es la de Sócrates, pues él representa justamente todo lo contrario a la figura de quien no piensa, y quepor tanto no actúa. Sócrates es aquel personaje que no para de preguntar, que critica a su tiempo y a sus coetáneos, que no deja que los paradigmas de la moral de su época lo constriñan a una forma de actuar. Es el ejemplo del pensar y del actuar; siempre está en interacción consigo mismo y esto es lo que transmite a los demás.
La segunda parte del análisis se hará desde el concepto deTotalitarismo, que para Arendt es una categoría filosófica, vinculada hacia el final con un breve análisis de la categoría opuesta: la Natalidad.
Así, me valgo nuevamente de figura de Eichmann –esta vez desde el análisis del Totalitarismo– debido a que me pareció trascendental analizar la frase Eichmann no pensaba, primero, desde el pensar mismo, para luego poder colocarlo en el contexto histórico que fuecapaz de convertir superfluos a los hombres. Para Arendt, el régimen totalitario reprimió el actuar y permitió que el mal, en ese momento de la Historia, se convierta en banal, pues anuló la acción, y así la individualidad de los hombres desapareció, convirtiéndolos en simples engranajes dentro de una cadena.
¿Qué es el pensamiento? o ¿qué es la actividad de pensar? son preguntas que la primeraparte del libro La Vida del Espíritu responde. La autora empieza su análisis presentado los conceptos de vita activa y vita contemplativa. La vita activa, para ella es una vida de acción, en el sentido de la praxis griega, en cambio; la vita contemplativa es quietud.
En la tradición griega, se le ha dado mucha importancia a la contemplación, que era en Platón el diálogo silencioso que tenemoscon nosotros mismos, debido a que siempre se consideró al pensamiento como lo que tiende a la contemplación, siendo esta una actividad pasiva.
En el medioevo, el pensamiento cambia, ya no es una actividad autónoma, ahora cumple un papel menos representativo pues se convierte en lo que generalmente se llama siervo de la teología, y esa condición persiste en la modernidad; cuando el pensamiento...