Ponencia sobre fray bartolome de la casas

Ponencia Bartolomé de las Casas
Por: Edwin Camacho.

Al final de un ensayo sobre el modernismo hispanoamericano, Rafael Gutiérrez Girardot, cuestionando el desconocimiento que tenemos de nuestra tradición intelectual y la correlativa dificultad para dotarla de una unidad que permita apreciar la continuidad entre sus momentos cumbres, se preguntaba: ¿O es que la obra de Fray Bartolomé de LasCasas y del Libertador, por solo citar dos cumbres únicas de nuestra historia y de la historia universal, fueron vanas? Esta intervención pretende avanzar en la dirección señalada por el pensador colombiano, y rescatar algunos elementos del pensamiento las casaniano que han sido puestos de soslayo por la preeminencia de otros aspectos de Esu obra. Así, hablar hoy, a comienzos del siglo XXI, de laobra de Fray Bartolomé de Las Casas nos enfrenta a distintos problemas que quisiera presentar ante ustedes bajo la forma de interrogantes. Los primeros corresponden a cuestiones esencialmente históricas, es decir, referidas a nuestra relación con el tiempo y a la manera en que nuestro presente con toda su carga de inmediatez establece su continuidad con un pasado cuyo signo parece ser la distanciacuando no la pesadez: ¿por qué volver a la obra de un clérigo del siglo XVI en un tiempo que, tal vez aun regido inconscientemente por la idea del progreso, pareciera haber superado el suyo de oscuridad y violento fervor religioso? ¿Cómo abordar su pensamiento sin experimentar la extrañeza de aquel que, enfrentado a un objeto de anticuario cuya nobleza descansa en testimoniar un pasado del quesólo perviven objetos dispersos sin conexión alguna con su presente, no puede más que verse poseído por una sensación de enorme e intraducible distancia? Los segundos, pertenecientes al ámbito mismo de la obra de Las Casas y de su recepción y estudio en nuestro medio: ¿se agota el pensamiento lascasaniano en la escandalizada prédica moral a favor del indio y contra sus opresores, o en la habilidadretórica con la que retrocedía en Valladolid cuando frente a Juan Ginés de Sepúlveda la radicalidad de algunas de sus tesis le dejaba al borde la herejía? ¿Cómo salirnos de esas dos caricaturas de su figura que se han encargado de tejer la caridad religiosa y la derecha española, que lo reducen al clérigo moralista o al demente egocéntrico? Al respecto, la situación en la que ha caído su obra merecuerda un fragmento de Pierre Menard. Autor del Quijote, de Jorge Luis Borges, donde el escritor argentino comprobaba el destino de las obras que, como la de Las Casas, sucumben bajo la catarata de comentarios, impresiones, reimpresiones y homenajes hasta el extremo de hacernos creer que no tenemos nada que aprender de ellas: “No hay ejercicio intelectual que no sea finalmente inútil. Unadoctrina filosófica es al principio una descripción verosímil del universo; giran los años y es un mero capítulo –cuando no un mero párrafo o un nombre- de la historia de la filosofía. En la literatura, esa caducidad final es aun más notoria. El Quijote –me dijo Menard- fue ante todo un libro agradable; ahora es una ocasión de brindis patrióticos, de soberbia gramatical, de obscenas ediciones de lujo. Lagloria es una incomprensión y quizá la peor”.

LA ACTUALIDAD DE DE LAS CASAS

El primer interrogante es acerca de la actualidad de un pensador del que nos separan casi 500 años, interrogante al que subyace la cuestión fundamental ¿qué sería lo actual del pensamiento? De acuerdo a la perspectiva que quisiera tratar en esta intervención, la actualidad de un pensamiento, es decir, aquelloque nos permitiría recuperarlo diferenciándonos de la mera ocupación erudita, academicista o anticuaria con el pensamiento, radicaría en responder a problemas que nos plantea nuestro presente. ¿Cuáles son entonces tales problemas que dotarían de actualidad al pensamiento lascasaniano?

La obra de De las Casas es un complejo y extenso corpus que abarca desde la reflexión moral, enmarcada en los...