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EDUARDO SANTOS
Las palabras no se comen y cuando se vive en un basurero éstas parecen sobrar, sin embargo, el hambre se siente menos cuando hay música; en la puesta en escena "El Monte Calvo" se presentan una serie de matices que mueven a reflexionar al espectador, pero también lo llevan al extremo de hilaridad.Con periódicos, toneles, cartones y botellas de plástico en el escenario, se llevó a cabo la obra del colombiano Jairo Anibal Niño, en el Centro Cultural Teatro García Carrillo, bajo la dirección de Luis Arturo Gatica con la producción de Víctor Antero Flores.
El reducido espacio no importó para que en escena se manifestara la plasticidad, pues los trazos escénicos fueron pensados como si en cadamovimiento se tomaran fotografías instantáneas que perpetuaran el momento.
Alberto Trejo en el papel de Canuto y Julián González como Sebastián fueron quienes llevaron a los asistentes al recinto a conocer la vida de dos vagabundos que habitan en un basurero, ambos divagan, defienden su punto de vista, se lamentan, pero existe una esperanza entre ellos, un ex militar podría prestarles dinero y asítendrían qué comer.
A Sebastián lo invadía por momentos la nostalgia, perdió una pierna en la Guerra del Golfo Pérsico y aún así aseguraba ganar la batalla; Canuto el más práctico y con una visión más risible de la vida, fue payaso de circo.
Los contrastes se hacen presentes en la obra cuando de pronto se ven suspendidas las reflexiones ante la irrupción de un Coronel (Luis Arturo Gatica) conuna psicosis de guerra que hace a Sebastián y a Canuto obedecerlo, pues el hambre no espera y éste les podría dar dinero para comprar alimentos.
El sonido de una armónica, los tambores de guerra y la fuerza interpretativa de los actores crean la atmósfera idónea para que "El Monte Calvo" sea una guerra que llegue más allá del recuerdo y se convierta para el espectador en una de sus obrasfavoritas.
Montecarlo dos
Dos indigentes se refugian en un tiradero de los patios del ferrocarril. A uno, quien es veterano de guerra, le falta una pierna, el otro siempre ha llevado esa vida (pero tiene un pasado tristemente risible). Divagan lamentándose de su suerte y defendiendo uno del otro las vidas que los llevaron a esa condición mientas esperan la llegada de un ex militar queprobablemente les preste algo de dinero, cuando este aparece su psicosis de guerra los envuelve y los lleva a un final inesperado.
Delfos Compañía de Teatro. / Con Luis Arturo Gatica, Julián González y Alberto Trejo. / Dirección: Luis Arturo Gatica. / Producción: Víctor Antero Flores.
Funciones
6,7,13 y 14 de marzo 8:00 p.m.
27 y 28 dos funciones 6:00 p.m. y 8:00 p.m.
Centro Cultural Teatro GarcíaCarrillo, en Saltillo
Montecarlo tres
La obra:
Dos mendigos esperan, tienen hambre y frío. Sebastián, veterano de la guerra de Corea, revive a cada momento los horrores que allí vivió, pero rescata como lo más trascendente de su vida su profesión de soldado. Canuto, quien ha vivido siempre de la mendicidad, comprende la vida de otra manera; él ha librado también su propia guerra, la de lacalle. La llegada del Coronel da un giro definitivo a la historia de estos personajes.
El autor:
Narrador y dramaturgo colombiano, en un principio se dedicó a la pintura y luego al teatro en los campos de la actuación, la dirección y la dramaturgia. Escribió obras de teatro entre las que se cuentan El baile de los arzobispos o Las bodas de lata, El sol subterráneo, Los inquilinos de la ira, Elgolpe de estado y El Monte Calvo. Obtuvo varios premios a lo largo de su carrera literaria como el Premio Nacional de Literatura Enka (1977), el Premio para Guiones de Cortometraje de Focine (1980), el Premio Iberoamericano Chamán (1990), el Premio Cuchilo Canario de Narración (1996) y el Premio Caracol al Mérito, otorgado por la Asociación Mexicana de Narradores.
El director:
Manuel Espinal es...
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