Popayan
Período Académico: Ii de 2010
Asignatura: Sociología I
Semestre: II
Profesor: Sociólogo Mg. ALFONSO CARDONA OLARTE
La ética protestante y el espíritu del capitalismo
Delfín Ignacio Grueso
Departamento de FilosofíaUniversidad del Valle
Mi propósito aquí es comentar La ética protestante y el espíritu del capitalismo, de Max Weber, publicado entre 1904 y 1906 y que, por lo tanto, acaba de cumplir cien años. Se trata de una obra escrita por Weber cuando por fin superó una profunda depresión que le duró cinco años, producida por la muerte del padre autoritario, en 1897, y con quien había rotorelaciones ese mismo año. Como consecuencia de esa crisis, Weber había tenido que retirarse de la vida académica, pues se había incapacitado para escribir y para dar clases. La ética protestante no sólo marca un regreso vigoroso a la vida académica sino también, hasta cierto punto, funciona como una catarsis y una especie de toma de partido intelectual con el mundo ascético y bastante dogmático de sumadre, figura antitética del autoritario padre.
Se trata de un libro corto, y que causó una gran polémica que obligó al autor, en su último año de vida, es decir, en 1920, a agregarle profusas notas que, de una manera poco usual, casi exceden la extensión del texto central y que, sin embargo, no alteran sino que reafirman lo dicho en la versión original, quince años atrás. La obra, como sutítulo indica, pone en relación la ética de una religión cristiana, la protestante, y un fenómeno propio de la civilización occidental, el capitalismo. No era, por cierto, la primera vez que se trataba de conectar ambas cosas, incluso no era la primera vez que en la literatura sociológica se hablaba de religión: en esto Weber se homologa a los otros dos autores que, junto con él, constituyen latrinidad de referencia clásica de la sociología, Marx y Durheim, pues todos ellos hicieron de la religión un tema constante de análisis. Como en ellos, el tratamiento de la religión en Weber excede los límites de lo que podríamos llamar, desde alguna visión puramente disciplinar, lo estrictamente sociológico. Además habría que dejar en claro que no es ésta la única obra en la cual Weber habla dereligión: éste es un tema de análisis que vuelve en otras obras, especialmente en su póstuma Economía y sociedad y, considerando el corpus total de sus estudios sobre las religiones, Weber casi es, en la ya mencionada trinidad, el pensador de referencia fundamental de la sociología de las religiones. Uno de sus más afamados intérpretes, Julien Freund, dice que “aunque Weber comenzó su carrera de sociólogocon una reflexión sobre la economía, parece que, si juzgamos su obra tal como la conocemos, la sociología religiosa ocupó el tema central de su investigación en su época de madurez”[1]. La ética protestante…, quizás la obra más conocida de sus reflexiones sobre la religión y un ejemplo singular su propuesta metodológica de los tipos ideales, llama aquí nuestra atención por la forma en que el autorhace, a partir de su estudio del fenómeno religioso, aportes significativos a la teoría de la cultura y a la historia de la modernidad occidental. Me centraré en estos aportes enfatizando dos aspectos, uno en el cual Weber se enfrenta a Marx y otro en el cual coincide con él.
Debo explicar por qué privilegio a Marx, como autor de contraste, a la hora de dar cuenta de esta obra de Weber. Mesirve de excusa no sólo el hecho de que Weber hubiera sido considerado por muchos el Marx del Siglo XX sino, ante todo, el hecho de que él tomó a Marx como una permanente referencia y un reto explicativo de los fenómenos históricos. Así las cosas, Weber era conciente de que en su obra la religión, que la tradición marxista propone explicar desde otras dimensiones, más concretamente desde el...
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