POPO
Tenía dieciséis años cuando lo conocí. Era un chico alto, no demasiado atractivo, de ojos grades y verdes, de cabellos oscuros, y en buena forma física. Lo conocí en el cumpleaños de una amiga mía. No lo conocí por primera vez, ya que solía andar con nosotros, loconocí como persona, lo conocí profundamente, y no me enamoré de él, me enamoré de la vida que llevó, que llevaba y la que quería llevar. A mi madre apenas la conocía y mi padre... Lo dejo ahí. Su futuro era increíble, misterioso, complicado... su nombre, Hugo; tenía un gran sentido del humor con una pizca de seriedad al fondo, estaba cargado de ideas, un chico romántico y flexible, y realmenteextrovertido, y te dejaba atónito con su facilidad para expresarse, y por qué no, muy inteligente.
Parecía el chico perfecto, pero fallaba en algo: no pensaba antes de actuar.
La chica por la que estuvo completamente loco se llamaba Diana; era una chica pija, egocéntrica, y fea. Muy fea. Se moría por sus huesos, no podía vivir sin ella. Tras rechazos y rechazos simultáneos, y a que ella rehacíasu vida sin importarle lo más mínimo hacerle o no daño, se cansó y miró para otro lado. Y yo estaba en ese lado. Le parecí una chica de cara bonita y de pechos pequeños pero firmes. Le parecí una morena de ojos marrones atractiva y simpática. Se veía desde lejos que solo le gusté por mi apariencia. No intentó conocerme, no se molestó, no hizo el intento de, como yo a él. Y es que sin pensarlo enabsoluto, me acabó queriendo. Creía que era mi chico perfecto, y aunque dudase, y dudase, no le rechacé, y a la tercera bala vencida.
Nuestra primera semana fue nula. No le miraba en absoluto, y apenas nos podíamos hablar. Pasamos de hablar constantemente, a no dirigirnos ni una palabra. Y es que en el instituto no quería llamar la atención; nadie diría que esos dos acabarían haciendo el amor enuna casa abandonada...
Los días pasaban rápidos, y las noches semejaban interminables; poco a poco entre nosotros dos comenzaría a brillar. A brillar el amor, el amor que el ser humano desconoce y acaba sintiendo una mañana fría, por que piensa en la otra persona, y se pregunta cómo la puede querer tanto, o qué haría sin ella, o cuanto extraña que no esté a su lado, acariciando su piel, rozandosus labios, o simplemente, quedarse quieto, muy quieto, mirándola profundamente. En silencio, mirándola con esos ojos, que ya no son los de antes, por que ahora estás enamorado, y tu mirada cambia, empiezas a ver el mundo con otra perspectiva; comienzas a preocuparte y te desengañas, por que nada os puede salir mal, nada os puede separar... sin duda alguna, eso solo lo pueden pensar unosadolescentes que comienzan la vida. Pero qué equivocada estaba. Qué error. Pero me logré perdonar a mí misma, y lo más importante, lo perdoné a él.
Y ahora sí, os contaré mi historia, la única que recuerdo con exactitud, por que esta clase de historias a una vieja como yo le hacen recuperar un pasado olvidado, la nostalgia de una piel sin arrugas, o el largo camino que me siento orgullosa de haberrealizado. Porque arrepentirse es de tontos, y me gusta recordar, me gusta viajar a mis dieciséis.
Por que ahora, solo vivo una larga espera a fuerza de recuerdos, como casi todos.
Las huellas para no envejecer.
He de reconocer que el instituto nunca pude llevarlo como me hubiese gustado. Quizás pensase que estudiar era algo sencillo, pero no era así. El instituto no era para...
Regístrate para leer el documento completo.