Popol vuh
EL POPOL – VUH
SEGUNDA PARTE
Tomado de: http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/literatura/popol/indice.html
Hunahpú e Ixbalanqué muy contentos se fueron a jugar al patio del juego de pelota; estuvieron jugando solos largo tiempo y limpiaron el patio donde jugaban sus padres.
Y oyéndolos, los Señores de Xibalbá dijeron:
- ¿Quiénes son esos que vuelven a jugar sobrenuestras cabezas y que nos molestan con el tropel que hacen? ¿Acaso no murieron Hun-Hunahpú y VucubHunahpú, aquellos que se quisieron engrandecer ante nosotros? ¡Vayan a llamarlos al instante!
Así dijeron Hun-Camé, Vucub-Camé y todos los Señores.
Y enviándolos a llamar dijeron a sus mensajeros:
- Vayan y díganles cuando lleguen allá: Que vengan, han dicho los Señores; aquí deseamos jugar a lapelota con ellos, dentro de siete días queremos jugar; así dijeron los Señores, díganles cuando lleguen, fue la orden que dieron a los mensajeros.
IX
Ésta era la primera prueba de Xibalbá. Al entrar allí (los muchachos), pensaban los de Xibalbá que sería el principio de su derrota. Entraron desde luego en la Casa Oscura; enseguida fueron a llevarles sus rajas de pino encendidas y los mensajerosde Hun-Camé le llevaron también a cada uno su cigarro.
- Éstas son sus rajas de pino - dijo el Señor-; que devuelvan este acote mañana al amanecer junto con los cigarros, y que los traigan enteros - dice el Señor.
Así hablaron los mensajeros cuando llegaron.
- Muy bien -contestaron ellos.
Pero, en realidad, no (encendieron) la raja de acote, sino que pusieron una cosa roja en su lugar, o seaunas plumas de la cola de la guacamaya, que a los veladores les pareció que era acote encendido. Y en cuanto a los cigarros, les pusieron luciérnagas en la punta a los cigarros.
Toda la noche los dieron por vencidos.
- Perdidos son -decían los guardianes.
Pero el acote no se había acabado y tenía la misma apariencia, y los cigarros no los habían encendido y tenían el mismo aspecto.
Fueron a darparte a los Señores.
- ¿Cómo ha sido esto? ¿De dónde han venido? ¿Quién los engendró? ¿Quién los dio a luz? En verdad hacen arder de ira nuestros corazones, porque no está bien lo que nos hacen. Sus caras son extrañas y extraña su manera de conducirse -decían ellos entre sí.
Luego los mandaron a llamar todos los Señores.
- ¡Ea! ¡Vamos a jugar a la pelota, muchachos! -les dijeron. Al mismotiempo fueron interrogados por Hun-Camé y Vucub-Camé.
- ¿De dónde vienen? ¡Cuéntenme, muchachos! -les dijeron los de Xibalbá.
- ¡Quién sabe de dónde venimos! Nosotros lo ignoramos -dijeron únicamente, y no hablaron más.
- Está bien. Vamos a jugar a la pelota, muchachos -les dijeron los de Xibalbá.
- Bueno -contestaron.
- Usaremos esta nuestra pelota -dijeron los de Xibalbá.
- De ninguna manerausarán ésa, sino la nuestra -contestaron los muchachos.
- Ésa no, sino la nuestra será la que usaremos -dijeron los de Xibalbá.
- Está bien -dijeron los muchachos.
- Vaya por un gusano chil -dijeron los de Xibalbá.
- Eso no, sino que hablará la cabeza del león -dijeron los muchachos.
- Eso no -dijeron los de Xibalbá.
- Está bien -dijo Hunahpú.
Entonces los de Xibalbá arrojaron la pelota, lalanzaron directamente al anillo de Hunahpú. Enseguida, mientras los de Xibalbá echaban mano del cuchillo de pedernal, la pelota rebotó y se fue saltando por todo el suelo del juego de pelota.
- ¿Qué es esto? -exclamaron Hunahpú e Ixbalanqué-. ¿Nos quieren dar la muerte? ¿Acaso no nos mandaron llamar? ¿Y no vinieron sus propios mensajeros? En verdad, ¡desgraciados de nosotros! Nos marcharemos alpunto -les dijeron los muchachos.
Eso era precisamente lo que querían que les pasara a los muchachos, que murieran inmediatamente y allí mismo en el juego de pelota y que así fueran vencidos. Pero no fue así, y fueron los de Xibalbá los que salieron vencidos por los muchachos.
- No se marchen, muchachos, sigamos jugando a la pelota, pero usaremos la suya -les dijeron a los muchachos.
- Está...
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