Por la ruta
En este retrato, hay una gran sutileza de parte del artista.
Todo me parece tan suave, desde las texturas (el pelo, lapiel, el vestido) hasta la mirada, la posición.
Utiliza la luz de la piel y del vestido para resaltarla por sobre lo demás. Y resaltando lo juvenil, esa piel blanca, suave,mostrando que es una joven de alta sociedad. Está sin maquillaje también. La hace más luminosa.
Según lo que me he informado de quien era esta condesa, se dedicaba a laescritura, al parecer era una joven intelectual. Que en la cara lo expresa todo.
La expresión, es lo que le da el toque para conocer a esa condesa, tienen una seguridad en laexpresión, una confianza, una tranquilidad, está tan calma.
Se siente como si estuviera encantada de ser retratada, como disfrutando de ese momento. Ya llego, a un punto de verun tinte de soberbia, en esa cara, como si se lo supiera todo, como si nada le importara de lo que pudieran decir otros. Y eso me lo genera la forma en la que encuentro laboca, con esa leve sonrisita ingenua, pero que no lo es. Está como en una situación pensativa su cara y su cuerpo lo expresan, ¿qué estará pensando?
Cuando hablaba de sutilezay de detalles, Ingres tiene tanta perspicacia que lo hace con esos anillitos que tiene en los dedos, mostrándolos, posando, también para el retrato, pero que afirma que esamujer no es una solterona, alguien le puso la sortija en el dedo.
También fijarse en el moño con cinta roja, hasta eso es suave, las pulseras todas decoradas.
El vestidode seda o raso, brilla como ella, los fantásticos pliegues, tan tenues, tan tranquilos como ella, y como su pelo, tan prolijamente arreglado, tan prolijamente suave, blando
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