Por los caminos van los campesinos: el discurso de desencanto y de esperanza en los personajes de Pablo Antonio Cuadra

Por los caminos van los campesinos: el discurso de desencanto y de esperanza en los personajes de Pablo Antonio Cuadra
Ana F. Arce Rosa, estudiante
Programa Doctoral en Literatura
Puertorriqueña y del Caribe
Centro de Estudios Avanzados
de Puerto Rico y el Caribe
San Juan, Puerto Rico

Por los caminos van los campesinos1 transcurre hacia la década de 1920, época que marcó la vidanicaragüense con la guerra civil y la eventual intervención norteamericana. En cuatro actos y un epílogo, Cuadra presenta lo que significa vivir atrapados en un país polarizado, donde el mayor perdedor es el campesino pobre, indio o mestizo.
Los discursos de desencanto y de esperanza se encuentran reflejados en todos los actantes de la obra, ya sea a partir de lo que dicen, lo que hacen, lo que nohacen o de la manera en que el autor los describe.2 No obstante, nos circunscribimos a tres de ellos Margarito, Sebastiano y Juana, sin obviar aquellas instancias en que se hace necesario referirse a los demás.
Apenas comienza la obra, el personaje de Margarito recoge en una canción el desencanto ante una vida llena de trabajos y sufrimientos:
“El pobre es un desgraciado
por causa de supobreza.
Si al pobre lo ven postrado
ya dicen que es pereza.
Si toma un trago, es pivado
y si no toma, torpeza.
Si lleva pisto es robado
pero si pide prestado
le dicen sinvergüenza.”3
Según este discurso, el pobre está atrapado. Es presionado y oprimido constantemente. Queda reducido al cuerpo del equívoco, esto es, nada está bien en él y para él. Para dar más fuerza aldiscurso citado, se intercala una anécdota, contada a Margarito y su esposa en el pueblo. Cuenta la historia sobre dos mujeres enamoradas de un mismo hombre de pelo algo canoso. La joven lo quería sin canas; la mujer mayor, lo prefería canoso. Así, la joven le arrancaba un pelo blanco, mientras la mayor le arrancaba uno negro, hasta que lo dejaron calvo. El personaje sostiene que de igualmanera “estaban dejando a Nicaragua los liberales y los conservadores”.4 Queda expuesta la realidad en la que viven los personajes: están atrapados entre dos bandos que se disputan el dominio y el poder por la fuerza de las armas. Más, esta realidad, vista a través de los ojos de un joven es trivializada en un chiste impregnado de dolor. Aún cuando Margarito se separa de la familia, intenta unúltimo chiste: “¡Quién quita vuelva coronel!”.5
Más adelante en la obra, vemos a Margarito desencantado. Alcanzó el rango de teniente, pero en su discurso, sólo imparte órdenes irrelevantes: “¡Raso Potoy! ¡No se fuma delate del superior! ¡Bote ese cabo!”6 Es una manera de probar a los padres su dudosa autoridad. Margarito quiere ocultar la realidad de una guerra donde los rangos sirven de pococuando los soldados están desbandados. A distancia, puede cumplir con la expectativa de la madre. Luego, se descubre su situación matrimonial. Se desconoce si Rosa se fugó con otro soldado o la secuestraron. Lo cierto es que ante sus padres, quiere demostrar que es un hombre de autoridad y poder. La buscará, la recuperará y le pegará por lo que hizo. En este discurso, la mujer queda relegadacomo botín de guerra y objeto de descargue de iras. Si la deja, representa su poca hombría, pues le quitaron su propiedad. Por otra parte, será más hombre si golpea a su esposa. No se trata de afinidades o de amor, sino de dominio.7
Mientras transcurre la conversación telefónica, Margarito y su bando son atacados y muchos sucumben. Queda la incógnita de su paradero: el teléfono oscila y, deigual manera quedarán en el aire las esperanzas de los padres.
Juana- esposa, madre- es el personaje que mantiene el discurso de la esperanza con mayor fuerza.8 Hace la función de la madre tradicional: abnegada, sufrida, pero luchadora incansable. Ha formado un mundo de sueños para sus dos hijos. Cuando el gobierno se lleva a Margarito para la guerra, Juana confía en que su hijo regresará...