Por mi madre

Don Alfonso Navarro, articulista de El Universal (14 de abril de 2000), nos regala con una reflexión de Semana Santa que nos recuerda aquella de Felipe de Jesús Cueto, obispo de Tlalnepantla en 1974:"Si el aborto se hubiera permitido en época de Jesucristo, tal vez Nuestro Sector no habrá nacido". Afirma don Alfonso: "Como es sabido, Paulina y su madre..." Los puntos suspensivos se colocan pararecordarle al lector pormenores del caso. Paulina, jovencita de 14 años, fue violada por un delincuente en su domicilio de Mexicali, delante de su hermana y sus dos sobrinos pequeños. Acompañada porsu madre, Paulina acudía a las autoridades responsables (por un error, vamos a poner "competentes") de la salud y la procuración de justicia. En Baja California el aborto es legal en tres casos:violación, peligro de la vida de la madre y riesgo de enfermedades graves. El director del hospital le negó a Paulina su derecho constitucional por "razones étnicas" (lease prejuicios), y lo mismo sucedíaen las otras instancias. Para mayor desdicha de Paulina, el gruposculo de Pro Vida toma la salvación de su cuerpo en sus manos y le endilga sermones, regaños, tecnicas para ver a Cristo mirando eltecho, exhibiciones de un corto Gora sobre el aborto, etcetera. Las dilaciones y las presiones ilegales continuaron, y finalmente Paulina tuvo un hijo por vía cesárea. Ahora seguimos con el texto delseñor Navarro: "como es sabido, Paulina y su madre peregrinaron de la seca (sic con s) a la meca con su sufrimiento a cuestas despues de aquel quebranto. En sus mentes llevaban clavada, ofensiva, ladecisión de acabar con aquel 'producto', con aquella 'ignominia' enquistada en el vientre de Paulina, sin pensar que tan solo la habitaba un diminuto ser humano. Nadie puede juzgarlas. Solo aquel queescudriña los corazones desde lo alto comprende a qué abismos de obnubilación (de habil, adolescente) puede descender el espíritu humano cuando se halla invadido y traspasado por el más punzante de los...