Por qué aún no nos sentimos conformes

¿Por qué aún no nos sentimos conformes?
El escenario que presenta nuestro país en manos de una reelecta Michelle Bachelet, en cuanto a temas de educación, salud y economía; no dejan a nadie fuera del debate, y es que justamente estos nuevos proyectos presentados por el oficialismo de la nueva mayoría pretenden dar respuesta a las demandas de la generación post-dictadura, considerando que no sehicieron ni durante en el gobierno anterior de Sebastián Piñera ni durante los veinte años de la concertación que la precedió. Sin embargo, ¿es eso por lo que hemos marchado horas en las hostiles calles de nuestro país? ¿Son estas reformas el reflejo de las ideas a las que aludían las pancartas?
Los movimientos sociales no son una moda como muchos han pensado en nuestro país, muy por elcontrario, hay antecedentes históricos que demuestran que las protestas han logrado cambios considerables en la sociedad. La nuestra en particular, refiriéndome a la revolución pingüina, es una clara muestra de las potentes voces de una juventud chilena que sin miedos ni resguardos salió a las calles a gritar su descontento por aquellos temas que antes fueron considerados solo para adultos doctos y de loscuales los jóvenes no podían o no debían tener una opinión. ¿Cuántos de nosotros no escuchamos a nuestros padres o profesores decir: “Usted cállese, que estos temas no son de su incumbencia”? Muy por el contrario, nuestra generación está compuesta por mujeres y hombres que ya en su adolescencia son capaces de relacionar mucha más información con las ideas y conceptos que tienen en sus propiasmentes y hacerlas públicas para crear un real cambio del paradigma que nos ha regulado durante décadas.
Según el historiador y profesor británico Tony Judt, “La nueva generación siente una honda preocupación por el mundo que va a heredar. Pero esos temores van acompañados de una sensación general de frustración: nosotros sabemos que algo está mal y hay muchas cosas que no nos gustan. Pero ¿en quépodemos creer? ¿Qué debemos hacer?”. Es cierto que al ser hijos de la dictadura no tenemos recelo a decir lo que pensamos ni a querer cambiar las cosas, pero aun siendo así, siento que los cambios propuestos por la reivindicada Bachelet en las tantas reformas que propuso en su gobierno, sobre todo la reforma de la educación, están muy lejos de dar el gusto a la ciudadanía, sobre todo a la clasemedia, la cual siempre resulta pasada a llevar o simplemente no considerada.
A mi parecer el problema está en, ¿por qué mi generación no siente que están dando respuesta a lo que exigía? Y una posible respuesta a dicha interrogante sería la tan nombrada “calidad de la educación”. Hemos visto como tanto oficialismo y oposición hablan de la calidad en la educación para el correcto desarrollo de unanación, sin embargo declaro que habiendo participado como estudiante de los tres sistemas vigentes en Chile; público, subvencionado y particular, no se ha llegado a un consenso sobre cuál es el correcto modo de educar.
Este debate fuera de centrarse en las oportunidades, se ha establecido como un tema más en el cual encontrar puntos de vista desiguales para la clase política. No me queda claro sila nueva mayoría está queriendo dar favor al socialismo o simplemente molestando a la derecha con el cierre de colegios subvencionados con el discurso del fin al lucro, el cual es debatido por renovación nacional como inexistente y nuevamente quedamos fuera de la discusión ya que entre tanto discurso no sabemos quién tienen la razón.
La cantidad de horas aula para profesores, el número deestudiantes por sala, el objetivo que busca cada institución en sus educandos, la infraestructura para el adecuado desarrollo de una clase, el material con el cual trabajar; son puntos básicos que deben ser considerados por la reforma y que irónicamente no se han puesto sobre el tapete. Sin considerar la falta de oportunidades para alumnos prometedores y que lamentablemente debido a que no cuentan con...