Por Qué Necesitamos Ponerle Nombre A Todas Las Cosas

¿Por qué necesitamos ponerle nombre a todas las cosas?
No sé si lo primero que hizo el hombre cuando se convirtió en un ser consciente fue ponerle nombre a los objetos, o correr, o pensar en por quéel cielo es azul, pero sí podemos hablar de lo primero que hace un bebé cuando empieza a ser consciente de sus alrededores. Abre la boca. La primera palabra que dice un bebé suele estar ligada acierta necesidad. Agua, mamá, papá (o sus versiones disminuidas: guagua, mama, dada). Lo dice y de repente tiene poder, porque puede pedir, tiene a su alcance la posibilidad de demandar algo que quiere.Lógicamente, el siguiente paso es adquirir más palabras. Comunicarnos fue la única manera de crecer, porque es la única manera de expandir el universo desde el yo hacia el nosotros, y las palabrasfueron la manera que encontramos de hacer precisamente eso. ¿Cómo puedo vender cabras si no sé como explicar a qué animal me refiero? ¿O hierbas medicinales? Todos tenemos momentos en los que nos referimosa los objetos como “la cosa sobre la cosa” o “es lo que está arriba de algo” y más de una vez recibimos miradas confundidas.
Los nombres tienen poder. Tienen el poder de convertir algo desconocidoen algo conocido, con las limitaciones que conocemos y características dadas. Hay quienes dicen que saber el nombre de algo es conocerlo. Saber que yo me llamo Marina puede no decir mucho sobre mí,pero hay muchas otras maneras de decirme. Se me puede decir argentina, o judía, o Noa, mi nombre hebreo, rulos, morocha. Se puede discutir que no son nombres, pero si al fin y al cabo son tambiénmaneras de nombrarme, yo diría que sí lo son. Y no habrá ninguna magia detrás de eso, no hablará de la esencia de mi ser, pero todas esas palabras evocan características que después hacen que sea más fácilcategorizarme en la mente de otros.
Los nombres tienen, también, utilidades prácticas. Cuando nacemos, nuestros padres o tutores nos inscriben en el Registro Civil y nos nombran. Así es fácil...