Por que a ellos

¿El mundo como uno solo?
El vagón es de un color rojo ocre que luce no solo viejo sino también triste, está hecho de madera que aún permanece firme cumpliendo con su cometido de dejar todo dentro de sí completamente sellado. Permanece montado sobre un pedazo de vía que ya no va a ningún lado y sin embargo con solo mirarlo te sigue llevando a un lugar oscuro. Aún y cuando ahora hay una pequeñaescalera de metal que conduce al interior del vagón solo los más curiosos se aventuran a una vista más cercana de su interior.
Yo entre y salí de él, lo recorrí observando cada detalle para después contemplarlo completo desde abajo, desde un punto en que el vagón completo cupiera en mi mirada y la entrada apenas se adivinara como un hueco obscuro y no es que yo crea en fantasmas ni nada por elestilo, pero sí creo en el poder que tiene la historia para recordarnos y hacernos reflexionar sobre lo que fue la vida de otros y como esa vida de otros puede ser tan distinta a la nuestra y sin embargo dejarnos tantas lecciones.
Me gusta contemplar esa clase de objetos tan significativos y tan llenos de imágenes, de historias que se adivinan pero nunca acaban de comprenderse. Este vagón esdefinitivamente un caso aparte, no se puede colocar en la misma categoría puesto que no hay un gusto propiamente dicho al contemplarlo sino más bien una sensación fuerte que me llevó a imaginar a todas las personas que apretujadas en ese espacio iban cediendo poco a poco a la desesperación, el vagón transmite cierto olor que por momentos me dio miedo por que es como si de alguna forma uno pudiera seguirrespirando aquel miedo de todos aquellos que arrancados de sus casas se dirigían hacia lo incierto.
Me plantee una situación, si alguien me diera la oportunidad de tocar uno de los uniformes que pertenecieron a los prisioneros de Auschwitz mi respuesta sería definitivamente no, ya que me resulta bastante fuerte estar en contacto con una prenda que perteneció a una persona que tal vez con sueñosy esperanzas parecidas a las mías tuvo que sufrir tales horrores.

El museo me fue llenando de imágenes y palabras poderosas, todas capaces de llevar a la reflexión y en cada reflexión me fueron surgiendo muchas preguntas que se fueron acumulando en mi memoria.
Hay en un pasillo una imagen que pareciera estar más como un mero relleno que llamó muchísimo mi atención mientras mi cabeza se seguíallenando de preguntas. En aquel pasillo están por un lado las imágenes de Adolf Hitler y Benito Mussolini, mientras que frente a ellos están Mahatma Gandhi y Martín Luther King, en medio de estas dos singulares parejas reza la frase “el poder de la palabra”. Entonces uno piensa en tan inmenso poder, que por igual construye puentes entre los que se sentían opuestos y marginados como de igual formapuede encender hogueras para quemar a quienes se odia por casi cualquier cosa.
Y cómo es que a través de la historia las palabras de estos cuatro hombres se llegaron a regar y crecer entre sus pueblos con la misma certidumbre y el mismo valor. Y no comparo yo en ningún momento las ideas de estas personas, sino más bien trato de imaginarme cómo es que en algún momento alguien escucho por primeravez el discurso anti semita de Hitler y se sintió identificado y al escucharlo lo sintió correcto y vio en Hitler un líder moral y un ejemplo a seguir, cómo poco a poco un pequeño disgusto o sentimiento de desagrado por alguien va creciendo hasta convertirse en odio y todo esto cobijado por las palabras y las ideas de un líder como Hitler y por el otro lado cómo alguien sigue con esa misma pasiónlos ideales de libertad y equidad social entre razas que proponía Martin Luther King. ¿Quién nos instruye para poder diferenciar entre las ideas que infunden odio y las que nos acercan? ¿Qué le digo a alguien que intenta convencerme de que acercarme a los demás es malo y que lo que resulta distinto es siempre peligroso?
Y es que a final de cuentas pareciera que a través de la historia es...