por una cultura de la paz
Que mal te ves ahora en tu plan dedictador, se que el culpable soy yo, pero tu debiste prevenirme y decirme de muchas formas hasta cansarte y no cansarme a mí.
Honorable jurado calificador, maestros, compañeros alumnos y público engeneral hoy diserto ante ustedes el tema “por una cultura de la paz”
Miren les platico un caso. María es una estudiante de secundaria y tiene una prueba de embarazo en sus manos, ¡Oh sorpresa! diopositivo.
¿Te sorprende? ¿Te sorprende? ¿Te sorprendió? ¿A quién le sorprende?
Si en nuestros días, los medios de comunicación pasan a sus anchas y a todas horas programas relacionados con lasexualidad como si nada solo para vender sus productos, ¿por qué te sorprende María? Si ella sólo fue víctima de la presión del ambiente, ambiente del cual, por nuestra apatía y egoísmo somos sus cómplices.Se refugia en su tribu, se echa el pelo hacia delante y lo congela, como nuestra congelante mirada acusadora, al creer que sólo nuestra forma de ser y pensar es la correcta.
Mientras nosotros vivimosen nuestra burbuja descuidamos a las otras Marías y los muchos pepitos que por un peso más en su bolsa, son capaces de cometer actos ilegales perdiendo su dignidad, echándole la culpa a la crisis, sí,crisis que nosotros provocamos y de la cual ahora ellos son sus cautivos.
Ahora que analizo este tema, que extraño se me hace ver a jóvenes afectados por la inseguridad pero amantes de narcocorridos y que desechan por completo las buenas costumbres.
¿Qué no hay salida? ¿Qué no hay de otra?
¡Claro que hay de muchas!
Pero esta vez no criticaré a los demás.
Empezaré a cambiar yo.Voy a amar a mi familia con todas mis fuerzas, voy a estudiar, aunque me digan que para qué si al cabo no hay trabajo.
Voy a ser un buen vecino, un pacificador.
Voy a amar a mi prójimo como a mí...
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