Porfirio diaz

Porfirio Díaz

Para poder ver el pasado o para tratar de entenderlo, hay que ver el presente; sin embargo, en este México inexplicable, tan lleno de ruido, donde al parecer la historiafue escrita por ciegos, obnubilar la imagen de Porfirio Díaz y seguir repitiendo que sólo fue un dictador durante poco más de 30 años, es negar que gracias a él México se insertadefinitivamente en la cultura occidental.

Ese indio que se hizo blanco, fue más allá del mestizaje: gran venerador de pasado indígena, lo era por un genuino sentimiento de identidad personal. No hayuna sola verdad sobre Porfirio Díaz, personaje de una sola pieza por su carácter inamovible; en él confluyen tantas fuerzas que lo perfilan como un ser mítico, "la esfinge" era un hombre deextremos.

"Los buenos tiempos de don Porfirio son ya casi objeto de culto, de ningún modo exclusivo de la antigua nobleza, pues los actuales devotos del dios de la industríalizaciónreconocen en don Porfirio al profeta que señaló el camino de la Tierra prometida".

Su error más grande fue envejecer, pues si hubiese muerto más joven, seguiría viviendo no como un dictadorsino como "benemérito" del modernismo en México.

Su presencia en el México posmoderno aún provoca nostalgias, que encuentran su fuerza en los monumentos históricos, en la arquitectura,en la poesía modernista, en los inicios del cine, en la música, en las artes.

¿Cómo es posible que el país le niegue grandeza al hombre cuyo propósito fue el reconocimiento, de lo quesomos? Si nos causa tal admiración (por nombrar algunos) el Angel de la independencia, el Munal, la excavación, exploración y restauración de nuestras raíces prehispánicas (Monte Albán, Mitla,Teotihuacan, entre otras), el Palacio de cristal, mejor conocido como el Chopo. Si nos quedamos atónitos ante tales estructuras tan imponentes, tan llenas de historia, de pasado, de México.