porfirio
La demonología de Díaz y del Porfiriato ha resultado ser necia y resistente durante el siglo XX, a pesar de algunos indicadores superficiales de relajación de la condena oficial. Sinembargo, la nueva evaluación del Porfiriato, durante el decenio de 1990, ha comenzado, finalmente, a restaurar el equilibrio entre las interpretaciones porfirista y antiporfirista. Desde las nuevas(aunque todavía polémicas) versiones de los libros de texto, hasta la transmisión de la telenovela El vuelo del águila, se han visto progresivamente signos de una profunda revisión de prejuicios añejos.Como se dijo ya, las raíces del neoporfirismo contemporáneo no están sólo en la respuesta oficial a la crisis política y económica, sino también en la nueva evaluación de la época que realizauna nueva generación de historiadores mexicanos. Uno de los puntos más importantes de lo que hoy se clasifica como historia "revisionista" es el hincapié que se hace en la continuidad (en lugar de laruptura) entre el Porfiriato y la Revolución, así como el reconocimiento consecuente de la deuda que el sistema político posrevolucionario tiene para con su predecesor.
Sin embargo, elrevisionismo neoporfirista no es un fenómeno nuevo en la historiografía mexicana, y debe mucho a las biografías de Díaz realizadas por Francisco Bulnes (1921), Ángel Taracena (1960) y Jorge Fernando Iturribarría(1967). En años recientes, se ha vuelto a plantear el caso con un vigor renovado, sobre todo con las biografías revisionistas de Enrique Krauze (1987) y Fernando Orozco Linares (1991).
Elpeligro inherente del nuevo revisionismo, que se manifiesta en el reciente crecimiento del neoporfirismo, es que, con la transformación de la imagen de un dictador diabólico en la de un patriarca benévoloy patriota, Díaz encontrará, de nuevo, un lugar en el panteón de los héroes nacionales. Esto representaría una oportunidad perdida. Además, los vínculos entre el neoporfirismo y el neoliberalismo...
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