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una mujer que pierde a su marido y encierra a sus cuatro hijos en el ático de la mansión de sus padres hasta que consiga recuperar el afecto de su padre y volver a ser incluida en la herenciafamiliar. La abuela se hace cargo del cuidado de los niños con mano dura y recordándoles a cada momento que Dios lo ve todo. Cathy y Chris asumen los roles de padres de los gemelos Carrie y Cory, confiandoen que su madre pronto los sacará de allí. Sin embargo el tiempo pasa, Corrine empieza a vivir su propia vida, se casa con otro hombre, y la relación entre Cathy y Chris roza límites insospechados.Lifetime ha conseguido plasmar la idea de la autora con esta adaptación, pero hay ciertos aspectos que no han logrado conseguir. Por ejemplo, la mansión de Foxworth Hall es descrita comomajestuosa, sombría, tétrica, pero sin duda elegante. No he visto esa fastuosidad por ningún lado, me ha parecido un poco pobre en comparación con la de la versión de 1987, que aunque no la he visto, hayimágenes de la casa y en mi opinión transmite más miedo y horror e incluso poder que esta. Lo mismo ocurre con el ático, bastante pequeño para lo que tenía que ser. Por otro lado, los vestuarios y el restode la ambientación están muy logrados y me han gustado mucho.

Los actores están bien en sus papeles, unos mejores que otros, pero en general el espectador puede hacerse una idea de quien es cadauno de ellos. La oscarizada actriz Ellen Burstyn es la temible abuela Olivia Foxworth y aunque físicamente no es como la Olivia que me imaginaba, su interpretación es quizás la mejor de la película, nosólo muestra el lado frío y despiadado, sino que deja entrever algún atisbo de humanidad que nos revela que toda esa situación no le agrada.



Kiernan Shipka y Mason Dye son Cathy y Chris,respectivamente, y he visto a los personajes de la novela en ellos, aunque con menos profundidad en Cathy, ya que al ser la narradora de la historia se nos debería mostrar más de ella que de otros,...