Posdemocracia

Fundamentos de la Ciencia Política
Grado en Ciencias Políticas y Sociología

“Posdemocracia” de Colin Crouch

Según la investigación sobre la democracia global dirigida por Philippe Schmitter, la cifra de países que celebra unas elecciones relativamente democráticas ha aumentado de 1988, cuando eran ciento cuarenta y siete los países, a 1999, cuando eran ciento noventa y uno.Sin embargo, Crouch centra el problema en las democracias estables de Europa occidental, Japón o Estados Unidos, dónde la legitimidad de los políticos queda en entredicho a causa de la baja participación electoral. Él defiende un acercamiento al modelo ideal de democracia, es decir, una exigencia mayor por parte de los ciudadanos a la propia democracia, y por tanto, a los propios estados. Demodo que no debemos engañarnos, como ha sucedido en diferentes momentos a lo largo de la historia, considerando la democracia de tal manera que se corresponda con las prácticas llevadas a cabo en nuestro país, ya que entonces estaremos obviando esa aproximación al modelo ideal, que, aunque utópico, es el mejor camino.
La democracia liberal defiende un modelo elitista en el que laparticipación ciudadana se limita a la participación electoral – cada vez más baja debido al desencanto de las clases más bajas, o a la acomodada posición de las elites – y obviando a aquella parte de la ciudadanía ajena al mundo de la empresa. De este modo, y con el control del debate electoral público por los expertos en la comunicación y el marketing político la democracia difícilmente prosperara. Ami modo de ver, estas “guerras de persuasión” no son nocivas en sí mismas, aunque si deberían ir acompañadas de un discurso y un programa – dónde deberían aparecer soluciones a las verdaderas preocupaciones de la opinión pública – que prevalezca por encima del marketing político y de los fines electoralistas.
Por tanto, según el sociólogo británico Colin Crouch, nos encontramos en uncontexto de posdemocracia, dónde los políticos responden a las necesidades de los grupos empresariales, aceptando que sus intereses – intereses particulares, que no miran por el bien común – se convierten en políticas públicas, que traen consigo el fin del igualitarismo político. En esta línea el autor escribe acerca de la parábola de la política de la clase trabajadora, que durante el siglo XX hajugado diferentes papeles, llegando a formar una parábola: a comienzos de siglo fue una fuerza poco campo de acción y excluida, posteriormente paso a formar parte de la primera línea política, con el auge del Estado del bienestar y las medidas keynesianas, para volver de nuevo a perder fuerza a causa del capitalismo incipiente.
La opinión tan derrotista y negativa acerca del papel que puedellegar a jugar la socialdemocracia, y los partidos de centro-izquierda o izquierda en esta posdemocracia vigente, nos lleva a cuestionar el futuro de estos partidos que debido, según el autor, a la fragmentación de las clases populares derivada de la disminución de los trabajadores manuales ha propiciado la perdida de identificación de clase. No solo el futuro de los partidos políticos de izquierdases un dilema, sino que el futuro de la democracia en sí lo es, ya que fue en el despegue de la democracia contemporánea la primera vez en la historia del capitalismo que se consideraba que el estado de la economía dependía de la prosperidad del conjunto de los asalariados (Crouch, 2004), y no tenemos indicios que auguren una repetición de la parábola, que nos haría volver a ese momento, perocontinuaría sin aportar estabilidad.
Extrapolando lo expuesto en el párrafo anterior a nuestros días, podríamos considerar la coyuntura actual un momento propicio para el resurgir de la democracia, con el surgimiento de nuevas identidades que den una vuelta de tuerca a las formas de participación popular.
Aunque hayamos concretado anteriormente acerca de los bajos índices actuales...