Positivismo y Constructivismo

---POSITIVISMO Y CONSTRUCTIVISMO: PARADIGMAS Y EDUCACIÓN---

POSITIVISMO y CONSTRUCTIVISMO:
PARADIGMAS Y EDUCACIÓN

Lic. EMILIO ARREDONDO (∗)

(primera parte)

Quienes trabajamos en la educación –y sobre todo en formación
docente- somos testigos y partícipes desde hace ya algunos años de un
debate a veces intenso pero desarrollado de manera desprolija: más allá
de los motes en uso, setrata de tradicionalismo vs. Innovación. Todos
utilizamos de manera más o menos habitual algunos términos o
categorías de ese debate pero llegamos a pocos acuerdos debido a que
pensamos en cosas diferentes cada vez que apelamos a las mismas
palabras. Al final, el panorama es bastante desalentador, sobre todo
para nuestros estudiantes ya que advierten que ni siquiera nos ponemos
de acuerdorespecto a nuestras diferencias –e (in)diferencias-, que por
supuesto, no se reducen a lo lingüístico. Y eso no es un problema que
podamos despreciar. En tanto intelectuales, nuestra materia prima son
las ideas y no conozco otro oficio que sea tan desordenado con sus
materias primas como el nuestro. Decir esto no implica proponer la
utopía del consenso. No, nada de ingenuidades. Más bienimplica algo
más simple: se trata de saber de qué estamos hablando cuando
hablamos. No es pedir demasiado. Hemos llegado a escuchar, en el
marco de ese debate, que se desvirtúan las cosas hasta extremos de real
dislate. Con este artículo no pretendo resolver la confusión (pobre del
que sea capaz de tal arrogancia) sino solamente intentar comprenderla
mejor. Su resolución es una tarea colectiva,pero comienza por
comprenderla en tanto confusión.
∗

) Salto, Licenciado en Ciencia Política, Universidad de la Rca., Uruguay, Diplomado (D.E.A.) en Culturas y comportamientos
sociales en la Universidad de Paris, Sorbona, Francia. Docente del CERP-Litoral y de las Facultades de Derecho y de Ciencias
Sociales de la UDELAR.

Lic. EMILIO ARREDONDO

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POSITIVISMO: EL NOMBRE Y LA COSA
Cada época produce, porque así lo requiere, un particular modo de pensar. Esto, que ha
sido largamente estudiado por las Ciencias sociales, parece que no siempre se tiene en
cuenta a la hora de pensar sobre nuestro pensamiento, tarea esa para nada simple pero
imprescindible a efectos del ejercicio de la profesión docente. Losparadigmas, escuelas,
teorías, explicaciones generales, tendencias empíricas, etc. no vienen a nuestra mente ni a la de los afamados pensadores- como por arte de magia, o porque eso suceda cada
vez que nos aburrimos. Pensamos como pensamos porque somos productos de una
época. Y no pensamos como no pensamos por la misma razón. Las ideas, como las
modas, las costumbres, la gastronomía, los sistemaseconómicos o políticos, -incluidas
nuestras ideas- también son producto de condiciones sociales (1). Y digo condiciones
sociales y no solamente económicas.
La redacción de este artículo está presidida por un propósito modesto pero válido:
divulgar y poner en común el manejo de algunos términos y conceptos usuales para
nuestra práctica docente en un instituto de formación de profesores.Específicamente en
esta primera parte nos interesa presentar sin demasiadas ambiciones algunos aspectos
históricos y culturales que hicieron al surgimiento y posterior consolidación de un
paradigma o sistema de ideas: el positivismo, así como algunos de sus postulados
básicos. A partir de ello trataré de mostrar las líneas de contacto con las prácticas o
concepciones educativas correspondientes a dichoparadigma y época. Me apresuro a
dejar constancia de que no me siento ni minimamente autorizado para abordar el
análisis de corrientes o tendencias pedagógicas y/o didácticas. Mi contacto con aspectos
1
) Por obvias razones de espacio y especificidad no abordaremos acá, aunque sí debemos mencionar, el arduo debate sobre
hasta qué punto las ideas son productos de contextos sociales...