Powerpoint

Parvez Hassan, Paquistán. Carta de la Tierra: Guía ética y fuerza moral

Un ensayo temático sobre el contexto histórico y el significado de la Carta de la Tierra

Parvez Hassan, Expresidente (1990-1996) de la Comisión de Derecho Ambiental de la UICN, o Unión Mundial para la Naturaleza, participó en la redacción de la Carta de la Tierra y fue orador principal en ocasión de su lanzamiento.Anteriormente, en 1995, dirigió la redacción del Borrador del Convenio de la UICN sobre Ambiente y Desarrollo. El Dr. Hassan hizo posible el reconocimiento en la Carta de la Tierra de la necesidad de apoyar la implementación de sus principios mediante “un instrumento legalmente vinculante a nivel internacional sobre medio ambiente y desarrollo”. A través de su membresía en el Grupo de PersonasEminentes establecido previo a la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en el año 2002, el Dr. Hassan ha continuado promoviendo la adopción de los principios de la Carta de la Tierra en las regiones Central y Pacífica de Asia, como plataforma medular de la agenda para el desarrollo.

la experiencia de la Declaración Universal, que no era legalmente vinculante por parte de los estados, y quenecesitaba del auxilio de tratados con legislación rigurosa para poder crear una efectiva declaración internacional de derechos. Luego de la devastación y miseria ocasionados por la Segunda Guerra Mundial, los derechos humanos surgieron como uno de los temas dominantes de las relaciones internacionales durante varias décadas posteriores. En medio de nuestra difícil situación ecológica actual, el cuidadode la Tierra se ha convertido en un asunto de prioridad igualmente apremiante. Este cambio de enfoque se ha realizado paralelamente con el reconocimiento de que la supremacía del crecimiento económico no puede ser la ideología predominante del nuevo siglo como lo fue para el anterior.1 En una carta abierta a los jefes de estado de los países americanos, un grupo de distinguidos líderes delHemisferio Occidental apuntaron: …existen razones de peso para creer, con base en las experiencias pasadas y en las tendencias actuales, que a menos que se adopten serias iniciativas complementarias que reú-

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odos los que asistimos al lanzamiento de la Carta de la Tierra en junio del 2000 salimos con un sentimiento inequívoco de

nan los objetivos ambientales, económicos y sociales en una nuevasíntesis denominada desarrollo sostenible, la liberalización comercial y el crecimiento económico podrían producir beneficios a corto plazo, pero un desastre a largo plazo. Más que cualquier otra cosa, el Compacto para un Nuevo Mundo debe ser un compacto para el desarrollo sostenible. 2 En los albores de un nuevo siglo, estamos frente a una crisis ecológica sin precedentes: vivimos en un mundo enel que las fallas nacionales, religiosas y étnicas sobresalen en el paisaje; en el que la brecha entre ricos y pobres continúa ensanchándose inexorablemente; en donde se explotan los recursos naturales sin tener en cuenta las necesidades futuras; en donde una parte importante de la población global de más de seis mil millones de habitantes vive en abyecta pobreza, sin acceso a agua limpia niservicios sanitarios; y en el que los grupos terroristas utilizan la tecnología moderna para sus despiadados propósitos. Existe una necesidad palpable, como en ninguna otra época en la historia, de forjar una ética global para construir un mundo justo, sostenible y pacífico en el siglo XXI. Esto se reconoce en el Preámbulo a la Carta de la Tierra, que manifiesta: “Necesitamos urgentemente una visióncompartida sobre los valo-

que ésta era una visión que, con el tiempo, conectaría la dignidad humana y la relación interdependiente de la humanidad, con la Tierra y el universo. Después de todo, existen muchos ejemplos de documentos inspiradores que han cambiado el curso de la civilización: la Carta Magna, la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, la Declaración...