pozo y pendulo

EL POZO Y EL PENDULO
Sentía nauseas después de tanta agonía, y cuando me permitieron sentarme, entendí que mis sentidos me abandonaban. La sentencia de muerte fue el último sonido que reconocieron mis oídos, el murmullo de voces y el sonido indeterminado trajo a mi mente la idea de revolución, pero paro muy pronto y deje de oír, pero al tiempo pude ver de una manera exagerada, y ver los labiosde el juez tan blancos como el papel, firmes de lo inmutables y de desprecio a la tortura humana. Comprendí que ninguna ayuda angelical me ayudaría, todas ellas se transformaban en vacíos de cabezas llameantes, entonces así la tumba seria el lugar del más dulce descanso. Todas las sensaciones fueron desvanecidas por un torbellino de caída, después el universo no fue más que silencio, calma yoscuridad. No puedo asegurar la perdida de mi conciencia, hasta la tumba no todo se pierde y la inmortalidad del hombre tampoco existe, es como si rompiéramos un sueño, y uno poco más tarde no recordamos haber soñado, pasamos por momentos de existencia mental y luego la física, conteniendo un montón de recuerdos.

En un momento de confusión ocurrió un brusco movimiento de mi corazón y en mis oídos,y de nuevo una sensación de hormigueo en todo mi cuerpo con el mayor deseo de recaer en la insensibilidad, pero con un esfuerzo valido por moverme me hicieron recordar el momento de la sentencia y el desmayo, hasta el momento no había abierto los ojos lo deseaba pero me atemorizaba la idea de que ya no hubiera nada, cuando lo hice mis peores suposiciones eran reales; estaba rodeado de unaobscuridad eterna que parecía oprimirme y sofocarme. Me esforcé por razonar, tenía la impresión que luego de la sentencia había pasado mucho tiempo, aunque en ningún momento me considere muerto, pero no sabía de mi situación ni el lugar en que me hallaba, lo único que sabía es que por lo regular los condenados mueren en un acto de auto fe y esto ocurría la misma noche, vi que era imposible que me hubierandevuelto al calabozo en espera del próximo sacrificio. De nuevo la idea de hallarme en una tumba me estremeció, deseoso de ver un rayo de luz anduve unos cuantos pasos pero seguía en la tiniebla; aun así mi destino no era el más espantoso.

Mientras seguía cuidadosamente, repicaron en mi, mil vagos rumores de cosas espantosas de Toledo acerca de los calabozos demasiado horrorosas para serrepetidas. Quizás me dejasen morir de hambre en ese subterráneo de tinieblas, o aun peor era lo que esperara de mi destino; conocía el carácter de mis jueces para dudar de que el resultado fuera mi muerte y una mucho más amarga de la normal eso me preocupaba el momento y la hora en que ocurriera. Mis manos al fin tocaron un obstáculo solido, un muro probablemente de piedra liso, viscoso y frio,permitiéndome conocer el espacio del calabozo; lo seguí y avanzando con desconfianza de aquellos relatos antiguos. Busque el cuchillo que llevaba conmigo y me llevaron a las cámaras inquisitoriales y en lugar de ropas tenía un vestido de burda estameña. Continúe titubeando, pero luego tropiece y caí, mi cansancio me hizo permanecer postrado y el sueño me domino. Al despertar encontré un pan y un cántarode agua junto a mí, sin pensar comí y bebí rápidamente, volví al calabozo y difícilmente llegue a la estameña. De allí al lugar de mi caída había contado cincuenta y dos pasos, y al volver otros cuarenta y ocho, y al trozo de comida un total de cien. Con una yarda cada dos pasos supe que el calabozo era de 50 yardas, encontré varios ángulos de pared, lo que no me permitía hacerme idea de la formadel sótano. Pero aun así una vaga curiosidad me impedía continuar estas investigaciones. Cruce el calabozo y aunque el piso parecía firme era realmente liso, luego avance con firmeza y finalmente caí bruscamente.

En la confusión luego de la caída, y unos segundos después cuando me hallaba boca abajo, anuncio mi atención. Helo aquí, cuando tenía el mentón sobre el piso, me pareció que un...