Prólogo Del Programa De Desarrollo Rural Cubano

I
PRÓLOGO
Cuba ha refutado el mito de que la agricultura orgánica no
puede sustentar a una nación moderna. Cuando la agricultura
industrial —que supone depender de semillas comerciales y
químicos sintéticos— fue golpeada duramente en los años 90,
se iniciaron cambios radicales que hicieron al país mucho más
seguro en términos de alimentación y de semillas. Los
científicos cubanos, quebuscaban una alternativa a la
agricultura basada en el uso de hidrocarburos, aprovecharon la
oportunidad para promover una agricultura orgánica basada en
la biodiversidad. El gobierno cubano escuchó sus propuestas y
apoyó el paso hacia la agricultura orgánica a través de
reformas agrarias, cambios en la política agrícola, y la
transformación de instituciones existentes, investigaciones,enseñanza especializada y servicios de extensión agrícola. Los
pequeños agricultores cubanos, a su vez, fueron estimulados
para que desarrollaran un sistema de cultivo integrado que
implicaba el uso de controles biológicos, biofertilizantes,
tracción animal, huertos familiares, mercado de productores, y
diversificación de cultivos; todo ello diseñado para satisfacer las
necesidades alimentarias desus propias familias y sus
conciudadanos. Este contexto de cambio contribuyó además a
la cooperación entre campesinos y científicos que, en un
período de tiempo notablemente corto, transformaron
exitosamente la agricultura de la nación, de un sistema
altamente dependiente del suministro de hidrocarburos a un
sistema de bajo consumo basado en la diversidad. Esto ha
traído numerososbeneficios, entre ellos, uno nada
despreciable, la inversión de la migración rural-urbana. Cultivar
la tierra es de nuevo una opción como medio para ganarse la
vida.
La colaboración entre campesinos y científicos, surgida con
esta nueva agricultura, ha contribuido también a la cooperación
II
nacional e internacional en el fortalecimiento de la seguridad
ambiental, alimentaria y de los medios desubsistencia en
Cuba. El libro que usted se dispone a leer, describe una
iniciativa especialmente innovadora: el Programa de Innovación
Agrícola Local (PIAL). Los resultados hasta la fecha
demuestran que desde su inicio, en el año 2000, el programa
ha mejorado la vida de unas cincuenta mil familias campesinas
cubanas.
El PIAL se inserta entre los programas que coordina el Instituto
Nacionalde Ciencias Agrícolas de Cuba (INCA) y tiene un
doble propósito: por una parte, revitalizar el sector agrícola a
través del aumento de la participación de los pequeños
agricultores en el sistema de producción de alimentos y
protección ambiental en Cuba; y por otra parte, fortalecer la
resiliencia del sistema alimentario a través de la diversificación
interespecífica e intraespecífica de loscultivos. El PIAL es
respaldado por universidades, institutos de investigación,
organizaciones internacionales no gubernamentales y por los
sectores agrícolas y ecologistas del gobierno cubano. Gracias a
una generosa ayuda de la Agencia Canadiense de Desarrollo
Internacional (The Canadian International Development
Agency, CIDA) en el 2006, USC Canada —una ONG
canadiense que trabaja por ellogro de la seguridad y soberanía
alimentaria— tuvo la oportunidad de unirse al grupo de
contrapartes del PIAL. Además, fuimos invitados a dar apoyo
técnico, particularmente en el trabajo de conservación “in situ”
en las fincas, del cual se ocupan los campesinos. Como
especialista y asesor científico de recursos fitogenéticos del
equipo de USC Canada radicado en Ottawa, se me asignó la
tareade proporcionar dicha orientación técnica y científica. En
las páginas restantes de este breve prólogo me gustaría
compartir algunas observaciones acerca de la innovadora labor
del PIAL que he tenido el privilegio de observar y asesorar.
Décadas de prácticas, que implicaban el uso intensivo de
productos químicos industriales, habían erosionado la
diversidad en el sistema alimentario...