Practica 1
Páginas: 2 (315 palabras)
Publicado: 8 de mayo de 2012
Instituto lux, A.C.
segundo de secundaria
practica 1
María Regina Moreno Aguirre
7571
2°B
¿Quién se dice la verdad?
A la mayoría de las personas les espanta el enfrentarse acualquier hecho desagradable y decide hacer lo que el avestruz que, ante el cazador, esconde la cabeza debajo del ala. Pero con no ver no se resuelve nada por lo contrario, es posible quemás pronto se no echen encima los males que teníamos.
Hay muchas maneras de engañarnos a nosotros mismos para tranquilizarnos y terminar con nuestra inquietud. La mas brava es la denegar de plano los hechos…
Otra forma de rehuir lo desagradable consiste en deformarlo en nuestra mente. Esto suele hacerse, sobre todo, tratándose de un remordimiento de conciencia unotrata de quitarse o disminuir su culpa contándose una versión inexacta del hecho y, si es posible, cargándole el hierro al otro. Así nos quedamos muy convencidos de que somos inocentespalomitas y, tal vez, de que los picaros malvados son los demás. Aun los más sinceros, los que reconocen su tropiezo al menos quisieran rebajar el pecado a la mitad…
¡Vamos, vamos!¡Qué difícil parece que alguien se diga la verdad! ¿Dónde está el valiente que no retroceda al mirarse la conciencia? ¿Dónde hallar al campeón que prefiera vérselas cara a cara con ciertosterribles hecho internos o externos, en vez de cerrar los ojos y huir diciéndose: “no he visto nada, no es cierto, nada sucede”?
¡Cuánto mejor es declararse uno mismo la verdad cruday sin tapujos Aunque nuestra culpa sea de las más graves! Si cada noche, antes de dormir, tuviéramos el habito de confesarnos lealmente mirando a dios a los ojos ¡cuántos fracasosinexplicables nos ahorraríamos y, tal vez a pesar de nuestras faltas, empezaríamos a estimarnos a nosotros mismos, al menos por haber adquirido las virtudes de la valentía y de la veracidad
segundo de secundaria
practica 1
María Regina Moreno Aguirre
7571
2°B
¿Quién se dice la verdad?
A la mayoría de las personas les espanta el enfrentarse acualquier hecho desagradable y decide hacer lo que el avestruz que, ante el cazador, esconde la cabeza debajo del ala. Pero con no ver no se resuelve nada por lo contrario, es posible quemás pronto se no echen encima los males que teníamos.
Hay muchas maneras de engañarnos a nosotros mismos para tranquilizarnos y terminar con nuestra inquietud. La mas brava es la denegar de plano los hechos…
Otra forma de rehuir lo desagradable consiste en deformarlo en nuestra mente. Esto suele hacerse, sobre todo, tratándose de un remordimiento de conciencia unotrata de quitarse o disminuir su culpa contándose una versión inexacta del hecho y, si es posible, cargándole el hierro al otro. Así nos quedamos muy convencidos de que somos inocentespalomitas y, tal vez, de que los picaros malvados son los demás. Aun los más sinceros, los que reconocen su tropiezo al menos quisieran rebajar el pecado a la mitad…
¡Vamos, vamos!¡Qué difícil parece que alguien se diga la verdad! ¿Dónde está el valiente que no retroceda al mirarse la conciencia? ¿Dónde hallar al campeón que prefiera vérselas cara a cara con ciertosterribles hecho internos o externos, en vez de cerrar los ojos y huir diciéndose: “no he visto nada, no es cierto, nada sucede”?
¡Cuánto mejor es declararse uno mismo la verdad cruday sin tapujos Aunque nuestra culpa sea de las más graves! Si cada noche, antes de dormir, tuviéramos el habito de confesarnos lealmente mirando a dios a los ojos ¡cuántos fracasosinexplicables nos ahorraríamos y, tal vez a pesar de nuestras faltas, empezaríamos a estimarnos a nosotros mismos, al menos por haber adquirido las virtudes de la valentía y de la veracidad
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