Praderas Silenciosas De Álvaro Luquín
Praderas silenciosas se conforma por cuatro secciones precedidas de un epígrafe. La primera sección funciona a manera de prefacio, adentrándonos en el espacio en que discurrirá el libro. Carece de título, o bien, lo toma prestado del título general. Las otras tres son: “Sombras”, “Sólo la luz, el silencio” y “Comportamiento (actual) de especies extrañas”.
Encuanto al epígrafe, dado a entender por su tipografía más pequeña y en itálicas, por su posición que antecede al resto de los poemas, es uno de los elementos clave para descubrir la orientación de la lectura, da la pauta principal al sentido que atravesará al libro de poemas en su conjunto.
Dice:
Un acorde más al cascabel
-ángel de tus días-
Y otra luz vendrá a encerrar tu memoria.
Un acorde másblanca locura.
Son varios los elementos semánticos eje que se presentan en primera instancia. En este poema, mediante una anáfora o repetición de palabras en versos diferentes el sujeto lírico apostrofa a la blanca locura, personificándola así y dotándola de una posesión preciada: la memoria, su memoria. La locura entonces es ajena al sujeto enunciativo, puede verse a la distancia, actúa porcuenta propia, le ha sido marcado un límite.
Esta advertencia enfila los versos y los que siguen en el libro en una tensión implícita entre la sintaxis y la semántica. La amenaza contra la locura estará presente a lo largo del libro.
El referente simbólico de los cascabeles podría remitirnos al hecho de que las serpientes de cascabel agitan su cola para advertir de su presencia, del mismo modo queen la Edad Media (por hablar de la edad antigua) los leprosos se anunciaban con cascabeles y vestidos apropiados para no ser confundidos (blanca locura), para que los sanos tomaran distancia de su enfermedad y evitaran contagiarse.
Pero para encerrar la memoria (de la locura) antes debe estar abierta como una herida, considerarse desde un presente que la recuerda, una línea temporal a partir dela cual se tejan el pasado y el futuro. Es la memoria de la blanca locura la que se hará presente, su tiempo vivido, en los términos, quiero suponer, en que lo comprende Ramón Xirau, como consciencia del estar.
Es así que el epígrafe, la brújula que guiará el recorrido por Praderas silenciosas, establece una tensión dramática que marcará su desarrollo compositivo.
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En el primer poema, lamemoria recuerda. Todavía el sujeto lírico no aparece en primera persona, su individualidad. Es la memoria –y no la locura en sí, sino la memoria de la locura- a quien ahora se personifica, la que observa al sujeto a la distancia.
Un oxímoron, la violenta calma, esta mezcla de palabras antónimas (adjetivo y sustantivo) que al mezclarse inauguran una significación nueva mediante la paradoja, alude ala tensión entre la clara sintaxis de los versos y el carácter ambiguo del tema abordado: la locura, el desfase de la razón.
La locura comúnmente se define como la rebelión contra las pautas normales de comportamiento, contra la razón o el juicio, se entiende como una pérdida del equilibrio mental. De ahí que llame la atención el tono equilibrado que la sintaxis versal conservará en contraste consus referentes temáticos.
No se trata de la alegre locura que elogiara Erasmo de Rotherdam, inventiva e ingeniosa, sino un padecimiento definido por dualidades a las que habría que extirpar, dualidades que aparecerán más tarde con sus cualidades antitéticas.
La memoria es la que recuerda, en tiempo presente, y además se la enuncia desde la tercera persona, subrayando el hecho de que es ajena alos acontecimientos, a “la roja espuma de la herida”, una herida que otorga presencia real a un cuerpo puesto que es la invasión de sus límites.
Es la memoria el eje compositivo del discurso poético, y su espacio el hospital, como si se tratara a la vez de un espacio mental. Los laberintos del hospital son también los de la mente.
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Otro aparente oxímoron se hace presente en el segundo poema,...
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