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Cuando 10 metros son 5 kilómetros, hace falta un coach
Muchas de las situaciones de las que he vivido como coach son exactamente como indico en el título: Cuando 10 metros son 5 kilómetros.Alguien sabe a dónde quiere llegar, lo tiene al alcance de su mano, a 10 metros, pero en todos sus intentos por llegar siempre fracasa, como si estuviese a 5 kilómetros.
¿Qué motiva esto?
La mayor partede las ocasiones son todas circunstancias en el interior del coachee que las pone como barreras, impedimentos, mapas mentales o incluso miedos, que lo atenazan y le impiden ver claramente cuál es elobjetivo y el camino a seguir. Es aquí donde el papel del coach es fundamental y cuando es más necesario.
Cuando alguien sabe dónde está y a dónde quiere llegar pero, por cualquier motivo es incapaz dellegar, es el momento preciso para pedir ayuda. Hay quien opta por la vía más rápida que es la de buscar a alguien que recorra el camino por nosotros, es decir, que nos de la solución que nos hagallegar a dónde se quería. Pero otros optan por que lo que quieren es buscar a alguien que les enseñe a como recorrer ese camino por su propio pie, sin más ayuda que aprendiendo uno mismo como debe dehacer para alcanzar su meta.
La primera postura, igual de lícita que la segunda, es la más cómoda ciertamente, pero la que obligará al que la adopte a volver a pedir ayuda tarde o temprano. Mientras,la segunda, no exenta de trabajo y esfuerzo por quién la adopta, no solo permite alcanzar la meta marcada al inicio, sino que permite un aprendizaje interior, un fortalecimiento de unas habilidades ola creación de unas estructuras mentales que le van a permitir asumir otros retos en el horizonte sin necesidad de pedir ayuda externa.
Este es el verdadero cometido de un coach: ayudar a ayudarse alos demás. Por eso un coach debe de sentirse ampliamente satisfecho cuando termina su relación profesional con un coachee ya que es síntoma de un trabajo bien hecho y, sobre todo, de que el pupilo se...