pregón alberique

PREGÓN DE SEMANA SANTA EN ALBERIQUE
(11 de Abril de 2014) A
Sr. Presidente y miembros de la Junta Central de Cofradías de la Semana Santa de Alberique; hermanos sacerdotes; Sr. Alcalde y autoridades municipales; Miembros de todas las Cofradías de Alberique; hermanos y amigos; señoras y señores; muy buenas noches.
En estos momentos, mis sentimientos más importantes son totalmente encontrados:Por una parte, me siento ciertamente turbado y un tanto avergonzado, porque estáis ahí, escuchándome, cuando yo no puedo contaros nada que ya no sepáis. Es más, sería yo el que tendría que bajarme de aquí y aprender de vuestra experiencia y de vuestras vivencias. Sois vosotros, que la habéis vivido más que yo, los que deberíais explicarme a mí cómo es la Semana Santa de Alberique.
Pero, a la vezme siento muy agradecido, por la amable invitación recibida de la Junta de Cofradías a pronunciar estas palabras que pretenden anunciar el gran acontecimiento religioso y celebrativo de la Semana Mayor en este bendito y entrañable pueblo de la Rivera. Y por supuesto, me siento agradecido también por todos vosotros, que habéis tenido a bien venir esta noche a escucharme. Quiero también, cómo no,dar las gracias, muy sinceramente, a Antonio Torres por su presentación y porque de él también he aprendido mucho de lo que significa la Semana Santa en Alberique. Gracias a todos.
Yo, como todos sabéis, no soy nadie relevante en la vida de vuestro pueblo, tampoco tengo méritos profesionales reseñables, ni siquiera vivo aquí, aunque recuerdo lo feliz que fui en aquella importante etapa de mi vidacon vosotros. Quizá sea ese mi único bagaje a la hora de justificar mi presencia en este acto: Que fui cura de esta parroquia durante cinco estupendos años, en la década de los ochenta (Hace ya mucho tiempo); que para mí fueron años gozosos y llenos de experiencia pastoral, tanto con los niños y jóvenes de entonces, como con los matrimonios y personas de todas las edades; recibiendo siempre elcariño y la comprensión de todos, cosa que tanto necesitamos también los sacerdotes, aunque en el área de los afectos pretendamos ir de duros por la vida.
Pero no es este el momento del recuerdo y de la nostalgia personal, sino de centrar nuestras mentes y corazones en los acontecimientos que estamos a punto de celebrar y de los que haremos dramática memoria, no solo litúrgicamente en el recintosagrado de nuestros templos, sino también en el de nuestras casas y, sobre todo, a lo largo y ancho de las calles y plazas del pueblo, que se convertirán en escenario de una nueva Jerusalén, que ve pasar, de nuevo, delante de sus casas, al Redentor Jesús y a la Corredentora María.
Queridos hermanos y hermanas: el domingo que viene, con la bendición de las palmas y los ramos y la consiguienteprocesión por las calles de Alberique, dará comienzo la semana grande para este pueblo y para toda la cristiandad, que no sólo hace memoria dramática de los acontecimientos supremos de nuestra redención, apoyándose en las imágenes conmovedoras de los pasos procesionales, sino que quiere “presencializar” y revivir comprometidamente el principio y fundamento que alienta la existencia de cada cristiano, decada creyente y de la comunidad cristiana entera que se goza en el triunfo del amor sobre la ingratitud, de la libre entrega de Cristo obediente sobre la falsa autoafirmación y la desobediencia del hombre tentado.
Alberique, con la solemne “baixá dels sants” a la caída de la tarde del próximo domingo; con los primorosos “arreglos”, tan significantes, en las casas de los cofrades; con los motetes yresponsorios que entonará seguramente la coral ante los mismos, para invitar al recogimiento meditativo y oracional; con las procesiones de penitencia y oración para cada día de la semana; y sobre todo, con las celebraciones litúrgico-sacramentales del Triduo Pascual; con todo ello, este pueblo quiere celebrar la victoria del Dios, que se ha acercado al hombre para sanar su corazón afligido...