PRELUDIO AL ESPACIO
2. hombre, por su propio esfuerzo, se había liberado por fin de las cadenas que lo habíasujetado a este mundo durante un millón de años. Nadie, al parecer, sabía quién había dado su nombre a la nave delespacio. Enrealidad, no se trataba de una sencilla nave, sino que consistía en dos máquinasseparadas. Con una notable falta de imaginación, los constructores habían bautizado losdos componentes con los nombres de «Alfa» y «Beta». Sólo el componente superior,«Alfa», era el verdadero cohete. «Beta», para darle su verdadero nombre, era un«athodyd hipersónico». La mayoría de la gente lo llamaban unexpulsor atómico, lo cualera a la vez más sencillo y más expresivo. Había un gran trecho entre las bombas volantes de la Segunda Guerra Mundial y«Beta» con sus doscientas toneladas, recorriendo el techo de la atmósfera a miles demillas por hora. Y, sin embargo, ambas operaban bajo el mismo principio: el empleo de lavelocidad de avance para procurar la compresión del chorro. La principal diferenciaresidíaen el combustible. V-1 había quemado gasolina; «Beta» quemaba plutonio y suradio de acción era prácticamente ilimitado. Mientras sus inyectores de aire podían captary comprimir el tenue gas de la atmósfera superior, el horno al rojo blanco de la pilaatómica lanzaría sus chorros. Sólo cuando, finalmente, él aire era demasiado tenue paracrear energía o sostenimiento, la nave necesitaba inyectar enla pila el metano procedentede los tanques de combustible, convirtiéndose de esta forma en un verdadero cohete. «Beta» podía salir de la atmósfera, pero no podía escapar nunca totalmente a la Tierra.Su tarea era doble. Primero tenía que transportar tanques de combustible a la órbitaalrededor de la Tierra, e instalarlos girando alrededor de ella como diminutas lunas hastaque fuesen necesitados.Sólo una vez conseguido esto, la nave elevaría a «Alfa» en elespacio. La nave más pequeña se surtiría entonces del combustible de los tanques en laórbita libre, y pondría en marcha sus motores para romper contacto con Tierra yemprender su viaje a Luna. Girando pacientemente, «Beta» esperaría el regreso de la nave del espacio. Al final desu viaje de medio millón de millas, «Alfa» tendría escasamentesuficiente combustiblepara maniobrar dentro de una órbita paralela. La tripulación y su equipo serían entoncestransbordados a «Beta», que estaba esperando, la cual llevaría todavía suficientecombustible para devolverlos sanos a Tierra. Era un plan complicado, pero incluso con la energía atómica era la única formapracticable de realizar un viaje circular alrededor de Luna con un cohete de un peso...
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