Preparatoria

El Amazonas, la mayor reserva natural del mundo, pierde por año miles de hectáreas producto de la tala indiscriminada de árboles, los incendios provocados por la deforestación y el desarrollo urbano.Mientras tanto, este gigantesco pulmón planetario se ha convertido en terreno fértil para el narcotráfico y un sinfín de actividades ilícitas amparadas bajo el oscuro imperio de la corrupción. Setrata, sin duda, de uno de los sitios más inhóspitos para ejercer el periodismo en América Latina.
Desde hace casi 40 años, el brasileño Lúcio Flávio Pinto ha hecho del activismo en favor del medioambiente un modo de vida. Desde la ciudad de Belém, en el estado de Pará, Pinto no se cansa de denunciar la destrucción de la selva amazónica, la degradación ambiental, los negocios turbios de losempresarios vinculados a la política y el tráfico de drogas.Primero trabajó para importantes diarios y revistas brasileños. Desde 1992 escribe y publica el Jornal Pessoal, un periódico bimensual que tieneuna circulación de varios miles de ejemplares, pero una influencia mucho mayor si se mide por la cantidad de problemas que le ha creado. Fruto de sus denuncias, Pinto ha sido víctima de ataques físicos,amenazas y una larga lista de juicios por difamación que tienen al periodista contra las cuerdas, como un boxeador al borde del nocaut.Pinto enfrenta hoy 19 demandas entre juicios penales y civiles,todas originadas en sus artículos de prensa. Los querellantes son jueces, políticos y empresarios. Entre ellos sobresale la familia Maiorana, propietaria de un grupo mediático de Pará muy ligado alpoder. Los Maiorana se han ensañado con el periodista e iniciaron más de una docena de querellas en su contra.
Pinto, quien se ha convertido en su propio defensor ante la falta de un abogado que seatreva a litigar contra los poderosos, pasa la mayor parte de su tiempo preparando sus alegatos. Enfrenta la posibilidad de cárcel si resulta declarado culpable. Por momentos reconoce que siente un...