Presentación: Por Un Feminismo Sin Mujeres

Buenas tardes:

Antes de iniciar mi lectura vagabunda del libro que nos reúne: Por un feminismo sin mujeres. Fragmentos del Segundo Circuito Disidencia Sexual, convocado por la Coordinadora Universitaria por la Disidencia Sexual y editado por Territorios Sexuales Ediciones, deseo agradecer la invitación a la presentación de este libro provocativo y diverso; a sus articulistas ycolectivos; a la CUDS, artífices de su acontecimiento; a las instituciones asociadas: la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, FECH y al Diplomado en Estudios Feministas de la Universidad ARCIS, en el marco más amplio de este Tercer Circuito de Disidencia “No hay respeto” y especialmente, a nuestro anfitrión, el Museo de la Solidaridad Salvador Allende, que esta tarde nos autoriza enel rito de su lanzamiento; en el acto inaugural de su recepción social.
Este libro lo recibo ante nada como un artefacto en clave que cifra una trama de un dispositivo. Artefacto, como una fotografía, que más allá de sus atributos discursivos, poéticos y estéticos, destina su misión a una utilidad extrínseca: el horizonte de una transformación social desde prácticas críticas locales y-por tal motivo- se resiste a una lectura lineal; sino más bien, propone una incursión en sus bordes y desbordes; desde sus comillas y marcos a sus fuera de marcos; desde sus signos lingüísticos a sus señales extra lingüísticas; desde la plaza pública, la calle, la ciudad, internet hacia el espacio liminal de la extensión universitaria y los cuerpos; como si fuese una cebolla cuyas capas,constituidas por un conjunto de posiciones de sujeto, articulasen su efecto de identidad en un movimiento constante de sobre determinación y desplazamiento (Mouffe; 1993).
Como si sus editores, se hubiesen sentido interpelados a partir de una coyuntura y en la calle: el 8 de marzo de 2010, el Día de la Mujer, a pocos días del doble terremoto, geológico y político, del advenimiento al poder dela “Colisión por el cambio”; que acusara Nelly Richard en el prólogo de su último libro Crítica de la memoria. 1990-2010. La interpelación que hace la CUDS, tal como la enmarca Jorge Díaz en su breve y aguda presentación, es a partir de: “estas inconmensurables ganas de decir, del hacer del trabajo de la crítica una interrupción a estas normas que nos tienen aquí, en un espacio de la PlazaItalia, con nuestras subjetividades que se niegan a resolverse y a identificarse, que se retraen y contraen, pero que avanzan en un decir como si la transformación social estuviera resuelta en una fórmula – que ingenuamente se piensa- y aún nosotros comenzamos a decir: por un feminismo sin mujeres”. (P. 7).
Esta interpelación pone en marcha un “diagrama”, en contraposición a un programa, como loordena Nelly Richard en el Postfacio, a este artefacto signado por las comillas; intensificando, a través de este signo gracias a su función deíctica y mediadora, como si fuese una fotografía, una vocación por acotar las trazas de una re articulación discursiva, a partir de los significantes “mujer” y “feminismo”. Este diagrama aborda los discursos como prácticas que conforman sistemáticamentelos objetos de que habla y que entiende las formaciones discursivas, como un campo de regularidad para diversas posiciones de subjetividad. Tal como nos ha enseñado Foucault; y, tal cómo sus editores, ponen en ejecución a través de la recuperación de la vieja figura de la catacresis, por la cual dos términos conocidos que nos ocupan: mujeres y feminismo, conjugados performativamente “Por unfeminismo sin mujeres”, se abre a nuevos significados que los torna altamente provocativos y, de paso, en consigna de las prácticas críticas que aquí escenifica, “dado que viene a denunciar las acuñaciones sociales como hechos anclados en un momento histórico, que son bisagras en la auto comprensión que cada época tiene de sí”. (Amícola: 2000; p. 176).
La provocación que nos hace la...