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Secuelas de la agresión



A sus ocho años, Esteban, un niño victima del desplazamiento forzado, relee las páginas de la sección judicial del periódico para saber si ya han capturado a losasesinos de su papá. El caso es uno de los cientos que llegan a la Unidad de Atención Integral al Desplazado (UAI) del Distrito Capital. Licet Cienfuegos una de la Asesoras psicosociales de la UAI explicaque los niños canalizan la agresión violenta de muchas formas. "Las secuelas que deja la agresión dependen de si fueron testigos o victimas del hecho violento. Esteban presentó terrores nocturnos,creía que su papá seguía vivo y soñaba con él constantemente", agrega.

Los niños agredidos son muy callados, presentan trastornos de sueño y problemas escolares. Esto se detecta en las consultas dequienes han logrado completar el proceso de denuncia de la situación porque para ser atendidos en la UAI, las familias desplazadas deben acudir a declarar el hecho a cualquier oficina del MinisterioPúblico (personería, defensoría del pueblo o Procuraduría) y sólo de esta manera reciben ayuda que va desde atención sicológica hasta adaptación a la vida de la ciudad.

Este es quizás una de las cosasmás duras para los niños, explica Cienfuegos. "Ellos están acostumbrados a vivir en grandes casas o fincas y cuando llegan a la ciudad, víctimas del desplazamiento, deben acostumbrarse a crecer en elhacinamiento", dice.

La mayoría de la población que atiende UAL vive en Ciudad Bolívar, Usme, Bosa y Kennedy . Todos, sin excepción, cargan el sinsabor de la violencia y el abandono de los afectosque se quedan en la tierra a la que no pueden volver. Los más afectados terminan siendo los niños y niñas. "Es muy triste ver cómo los padres llegan con unos hijos que se les ve invadidos por latristeza y el temor. Un día estaban dos soldados acá en la Unidad y un par de niñas no podían moverse, ni musitar palabra: se paralizaron del miedo cuando los vieron", dice Licet.

A diario, este...