presidentes del ecuador
LIBRO I.
Por diversos caminos se llega a semejante fin. Prueba el autor con diversos ejemplos la verdad del título del capítulo, desarrollando esta proposicióninicial: El modo más frecuente de ablandar los corazones de aquellos a quienes hemos ofendido, cuando tienen la venganza en su mano y estamos bajo su dominio, es conmoverlos por nuestra sumisión aconmiseración y piedad, pero, a veces, la bravura, resolución y firmeza —medios en todo contrarios— sirvieron para el logro del mismo fin.
De la tristeza. Yo soy-dice Montaigne-de los más exentos de esapasión, y no siento hacia ella ninguna inclinación ni amor, aunque la sociedad haya convenido, como justa remuneración, en honrarla con su favor especial. En el mundo se disfrazan con ella la sabiduría, lavirtud, la conciencia; feo y estúpido ornamento. Después de citar ejemplos, causados por graves tristezas, concluye: Yo me siento lejos de tan avasalladoras pasiones; no es grande mi vehemencia yprocuro además solidificarla y endurecerla todos los días con la reflexión.
Cómo lo por venir nos preocupa más que lo presente. Nunca estamos concentrados en nosotros mismos, siempre permanecemos másallá; el temor, el deseo, la esperanza, nos empujan hacia lo venidero y nos alejan de la consideración de los hechos actuales para llevarnos a reflexionar sobre lo que acontecerá, a veces hasta después denuestra vida. Para realizar nuestro deber, el primer cuidado es conocer lo que realmente se es y lo que mejor se acomoda a cada uno; el que se conoce no se interesa por aquello en que nada le va ni leviene; profesa la estimación de sí mismo antes que la de ninguna otra cosa, y rechaza los quehaceres superfluos y los pensamientos y propósitos baldíos. La locura, en cambio, con nada se satisface;así, el hombre prudente se acomoda a lo actual y nunca se disgusta consigo mismo.
Tratando de los juicios sobre príncipes y soberanos después de su muerte, dice el autor: Lo que la justicia no...
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