Presunto culpable
ndependientemente de lo que en materia legal se resuelva la próxima semana sobre la suspensión provisional de la exhibición del estupendo documental Presunto culpable, de RobertoHernández y Geoffrey Smith, la sociedad mexicana asiste hoy a un fenómeno singular: la victoria moral que obtuvo un ciudadano encarcelado injustamente sobre el sistema judicial responsable delatropello, y su enorme resonancia mediática.
Este triunfo del joven tianguista José Antonio Zúñiga Rodríguez, acusado sin evidencias físicas de un homicidio calificado, habría sido impensable sin laintervención oportuna de dos abogados, Roberto Hernández y Layda Negrete, quienes lograron filmar en el Reclusorio Oriente la parte final del proceso y capturar de modo impecable un procedimiento de careo(confrontación del acusado con los policías que lo arrestaron y con su único testigo acusador), que reveló inconsistencias y contradicciones, pero cuyo registro quedó totalmente excluido en unexpediente final condenatorio.
Al apelarse la sentencia de 20 años de cárcel, los abogados presentaron en la Corte el material filmado, lo que condujo a que se discutiera el tema de la duda razonable, quefinalmente benefició al acusado procurándole su liberación inmediata, luego de más de dos años de reclusión arbitraria. Rafael Heredia, abogado defensor de Zúñiga Rodríguez, denuncia en la cinta lanaturaleza perversa de un sistema de procuración de justicia, en el que previamente al juicio se arma un expediente que ninguna persona tiene derecho a cuestionar, cuya función es proteger a laprocuraduría y volver irrelevante el juicio mismo.
El documental ofrece testimonios aún más perturbadores, como el de un policía que explica su curiosa concepción de la lucha contra el crimen: Al acusadole tenemos que inventar delitos, o exagerar las acusaciones, para que pase más tiempo en la cárcel, de lo contrario los abogados lo sacan antes y se vuelve un peligro para la sociedad. Existen...
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