Previas
18. 1912 con los anarquistas(46), funde cabalmente indigenismo y socialismo. Luis Valcárcel, por su parte, se refirió a un renacimiento del indígena, destacando la aparición del «nuevo indio» cuestión en la cual coincide con Mariátegui, quien señala que pasa «por la aldea y el agro serranos una ráfaga insólita.Aparecen los 'indios nuevos': aquí el maestro, el agitador, allá el labriego, el pastor, que no son los mismos de antes. El "nuevo indio" no es un ser mítico, abstracto, al cual preste existencia sólo la fe del profeta. Lo sentimos viviente, real, activo, lo que distingue al "nuevo indio", no es la instrucción sino el espíritu (el alfabeto no redime al indio). El 'nuevo indio' espera. Tiene una meta. Heahí su secreto y su fuerza» (47). Valcárcel en Tempestad de los Andes (1927) plantea que el indio lo hizo todo mientras holgaba el mestizo y el blanco entregábase a los placeres y que es en la sangre india donde están aún todas las virtudes milenarias(48) e insiste en que «el Perú esencial, el Perú invariable no fue, no pudo ser sino indio». El Perú es indio(49), la sierra es la nacionalidad (50).El nuevo indio se ha descubierto a si propio. ¿Quién sino él resolverá su problema?. Luis Alberto Sánchez señaló, en relación al libro de Valcárcel, que su posición no coincidía exactamente con algunos aspectos del pensamiento de éste, pero que ambos convenían en el punto de partida: «el deseo fervoroso de 'peruanizar al Perú' a toda costa y la urgencia de reformar muchos aspectos de nuestraestructura social. Valcárcel proclama a pulmón lleno su indigenismo. Yo proclamo,
19. con igual fuerza, mi totalitarismo» (51). Se refiere a «la necesidad de la reforma del Perú y de la redención del indio sobre bases peruanas típicas» (52). Señala que la tierra nuestra y la raza autóctona serán los números de nuestro cosmopolitismo. «La raza qjesshua como núcleo de esa transformación deberá proveersede las armas que disponemos los hombres libres: independencia política y económica efectiva y cultura» (53). Tal vez por ser Valcárcel el indigenista más extremo, varios otros autores, sin estar del todo acordes con él, lo tomaron como un punto de referencia. También lo hace Haya de la Torre, quien se refiere particularmente al autor de Tempestad en los Andes y al «Grupo Resurgimiento» del Cuzco.Reflexiona que «al ver hecho realidad un movimiento de la nueva generación cuzqueña en favor del indio, he recordado que hace 7 años, el Primer Congreso Nacional de Estudiantes, reunido en el Cuzco como un símbolo de su labor precursora, proclamó entre los grandes deberes de nuestra generación, la reivindicación material y espiritual del indio"(54). Recuerda entonces: «Valcárcel ha dicho, y...
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