Primavera Arabe

La gota que derramo el vaso
Muchas veces, la gota que derrama el vaso de los grandes acontecimientos históricos surge de los lugares más inesperados, de personajes que nunca soñaron con ser detonantes de nada y que, por lo tanto, son recordados como héroes desinteresados por quienes retomaron su imagen.
Mohamed Bouazizi vendía fruta en la pequeña localidad tunecina de Sidi Bouzid, tandesconocida para el mundo como él mismo.
El joven de 26 años buscaba ganar con su puesto ambulante los ocho euros diarios con que ayudaba a su familia de 9 integrantes.
Pero el 17 de diciembre de 2010, los policías que diario le pedían dinero a cambio de permitirle seguir vendiendo le confiscaron su fruta, lo golpearon y, en el extremo de la humillación para un joven nacido en la conservadora sociedadárabe, fue abofeteado por una funcionaria municipal, una mujer, cuando fue a reclamar a las autoridades.
Mohamed quizás no creyó que podría conocer al presidente Zine el Abidine Ben Ali; que tendría frente a él a “el iluminado”, “el sol que brilla sobre los tunecinos”, como se hacía llamar. Muchos menos que provocaría su derrocamiento y el de otros tres dictadores en el mundo árabe. Pero cincolitros de gasolina y un cerillo pueden cambiarlo todo.
Cuando Mohamed se roció el combustible y se prendió fuego, se encendió también Túnez, Egipto, Libia, Bahrein, Siria, Yemen, Jordania, Marruecos, Argelia, Arabia Saudita, Omán y ardieron también Ben Ali, Hosni Mubarak, Ali Abdula Saleh y Muammar Gaddafi.
Mohamed Bouazizi llevaba casi dos semanas en el hospital en estado de coma, con el 90%del cuerpo quemado, cuando lo visitó el presidente Ben Ali. “Demasiado tarde para salvarle la vida y para salvar su gobierno”, diría después la familia del joven.
Aún antes de la visita presidencial, aún antes de su muerte, que finalmente ocurrió el 4 de enero de 2011, la protesta solitaria del vendedor de fruta se había convertido ya en una ola de reclamos que se extendía de Sidi Bouzid a Douz,Gafsa, Kasrine y otras localidades, hasta que llegó a la capital.
Del otro lado, los manifestantes, armados con celulares, Internet y las redes sociales, provocaron que la protesta llegara a Egipto y Libia en las semanas siguientes. La imagen de Bouazizi saltó de las calles a las computadoras. Se abrieron foros, invitaciones, cadenas, que recordaban no sólo el abuso de la policía al joven, sinoel del hecho de ser un licenciado en informática desempleado, con un puesto de frutas como único sustento de vida.
El régimen tunecino se resquebrajaba, mientras Ben Ali destituía a sus ministros, recomponía su gabinete, sacaba a su esposa del país y cedía cada vez más terreno a los manifestantes. Primero fue la promesa de crear más empleos, luego el aviso de no presentarse a unas nuevaselecciones, hasta que el 14 de enero, con la capital tunecina tomada por los manifestantes, Ben Ali huyó a Arabia Saudita más de dos décadas después de haber tomado el poder. Desde su exilio, Ben Ali vio cómo sus antiguos gobernados lo condenaban “en rebeldía” a 60 años de prisión por corrupción y otros delitos. Vio a Túnez tratar de caminar hacia un estado de normalización mediante sus primeraselecciones libres y, quizá, recordó a Bouazizi, postrado en la cama, quemado por el mismo fuego que lo alcanzaría a él.

Apenas 10 días después de que Ben Ali huyera de Túnez, los egipcios iniciaron su propia “primavera”. Habían visto por Internet y las cadenas árabes las protestas que finalmente tiraron al dictador tunecino e hicieron suyas las demandas y los medios. El desempleo, la corrupción y lafalta de oportunidades encontraron cabida en las redes sociales como foros de protesta virtual y convocatoria a las calles contra el presidente Hosni Mubarak.
El viernes de rezos en el mundo árabe se convirtió en el día de la ira. Con la plaza Tahrir como su epicentro, tras el rezo miles de egipcios mantuvieron los reclamos pese a la policía y los leales al gobierno que, armados, intentaban...