Primer discurso de Belisario Dom nguez en el Senado
23 de septiembre de 1913
Señor Presidente del Senado:
Por tratarse de un asunto urgentísimo para la salud de la patria, me veo obligado a prescindir de las fórmulas obligadas y a suplicar a usted se sirva dar principio a esta sesión, tomando conocimiento de este pliego y dándolo a conocer en seguida a los señores Senadores. Insisto, señorPresidente, en que este asunto debe ser conocido por el Senado en este mismo momento, porque dentro de pocas horas lo conocerá el público y urge que el Senado lo conozca antes que nada.
Señores Senadores:
Todos vosotros habéis leído, con profundo interés, el informe presentado por don Victoriano Huerta ante el Congreso de la Unión, el 16 del presente.
Indudablemente, señores Senadores, que lomismo que a mí os ha llenado de indignación el cúmulo de falsedades que encierra ese documento. ¿A quién se pretende engañar, señores? ¿Al Congreso de la Unión? No, señores; todos sus miembros son hombres ilustrados que se ocupan de política, que están al corriente de los sucesos del país, y que no pueden ser engañados sobre el particular. Se pretende engañar a la Nación Mexicana, a esta noble patriaque, confiando en vuestra honradez y en vuestro valor, ha puesto en vuestras manos sus más caros intereses.
¿Qué debe hacer en este caso la Representación Nacional? Corresponder a la confianza con que la patria la ha honrado, decirle la verdad y no dejarla caer en el abismo que se abre a sus pies.
La verdad es esta: durante el gobierno de don Victoriano Huerta, no solamente no se ha hecho nadaen bien de la pacificación del país, sino que la situación actual de la República es infinitamente peor que antes; la revolución se ha extendido en casi todos los Estados, muchas naciones antes buenas amigas de México, rehúsense a reconocer su gobierno por ilegal; nuestra moneda encuéntrese despreciada en el extranjero; nuestro crédito en agonía; la prensa entera de la República amordazada ocobardemente vendida al gobierno y ocultando sistemáticamente la verdad; nuestros campos abandonados, muchos pueblos arrasados, y por último el hambre y la miseria en todas sus formas amenaza extenderse rápidamente en toda la superficie de nuestra infortunada patria.
¿A qué se debe tan triste situación?
Primero y antes que todo a que el pueblo mexicano no pueda resignarse a tener por Presidente de laRepública a don Victoriano Huerta, al soldado que se amparó del poder por medio de la traición y cuyo primer acto al subir a la Presidencia fue asesinar cobardemente al Presidente y Vicepresidente legalmente ungidos por el voto popular, habiendo sido el primero de éstos quien colmó de ascensos, honores y distinciones a don Victoriano Huerta, y habiendo sido él igualmente a quien don VictorianoHuerta juró públicamente lealtad y fidelidad inquebrantables.
Y seguro, se debe esta triste situación, a los medios que don Victoriano Huerta se ha propuesto emplear para conseguir la pacificación. Esos medios ya sabéis cuáles han sido: únicamente muerte y exterminio para todos los hombres, familias y pueblos que no simpaticen con su gobierno.
La paz se hará cueste lo que cueste, ha dicho donVictoriano Huerta. ¿Habéis profundizado, señores Senadores, lo que significan esas palabras en el criterio egoísta y feroz de don Victoriano Huerta? Esas palabras significan que don Victoriano Huerta está dispuesto a derramar toda la sangre mexicana, a cubrir de cadáveres todo el territorio nacional, a convertir en una inmensa ruina toda la extensión de nuestra patria con tal que él no abandone laPresidencia, ni derrame una sola gota de su propia sangre.
En su loco afán por conservar la Presidencia, don Victoriano Huerta está cometiendo otra infamia. Está provocando con el pueblo de los Estados Unidos de América un conflicto internacional en el que si llegara a resolverse por las armas, irían estoicamente a dar y a encontrar la muerte todos los mexicanos sobrevivientes a las matanzas de...
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