Primer gobierno de Carlos Menem
El triunfo electoral del candidato peronista, Carlos Menem, en mayo de 1989, representó, la esperanza de revertir la debacle económica alfonsinista, a partir de la concreción de dos promesas de campaña: el “salariazo” y la “revolución productiva”.
La situación económica era, en esos momentos caótica. El 8 de julo de 1989 se produjo el traspaso anticipado del poder, enel marco de un recrudecimiento hiperinflacionario. “Los precios subieron un 197% en julio, los salarios, entre 110 y 160 % y las tarifas de gas, electricidad y teléfonos, (que habían quedado rezagadas frente a otros precios) un 700%. Medio salario de un obrero se debía destinar al pago de servicios”.
En este convulsionado contexto se dio un drástico cambio en la orientación política-económicadel flamante gobierno. Menem durante la campaña electoral apeló a un discurso populista clásico que, una vez en el gobierno, abandonó por uno de corte neoconservador.
Como parte de estos cambios, en la campaña reemplazo las formulas peronistas clásicas como “trabajadores” y “compañeros peronistas” por un difuso “hermanos y hermanas de mi patria ” acompañado por invocaciones a recuperar laconfianza (el afamado, “síganme, no los voy a defraudar”).
Haya tenido o no un discurso populista en la campaña electoral, lo cierto es que la plataforma programática del PJ nada tenia que ver con el plan de gobierno que se fijo Carlos Menem. Por intermedio de un audaz giro ideológico, paso a sostener las ideas y el programa que había defendido por años el enemigo acérrimo del peronismo, la derechaliberal, encarnada por ese entonces, en la UCeDe (Unión del Centro Democrático). El núcleo argumental en que se sustentaba este giro era: la crisis fiscal y la perdida extrema de capacidades estatales muestra una constitutiva ineptitud del Estado para intervenir en la economía. Se entronizaba así al mercado como único coordinador imaginable de las decisiones de los agentes económicos. Esteanálisis coincidía con el diagnostico neoliberal corporizado, unos años antes, en el “Consenso de Washington”. Eran dogmas para esta concepción y, lo serian para la administración menemista, la desregulación, la privatización de las empresas de servicios públicos, la descentralización administrativa y la glorificación del libre mercado. Estas ideas implicaban un “realineamiento automático” con lapolítica exterior de EEUU y una relación de sumisión con los organismos multilaterales de crédito (el FMI, el BID y el Banco Mundial). El empresariado argentino estaba fragmentado y, las políticas recomendadas por el “Consenso de Washington”, terminaron de unificar al empresariado como sujeto colectivo. El gobierno se convenció, y la hiperinflación terminó de persuadirlo, de que su capacidad paraimplementar políticas sin contar con la anuencia de los actores económicos predominantes era prácticamente nula, entonces, no dudó en aliarse con el mundo empresario aunque este no lo había votado. “ Los peronistas de 1989 no solo se encontraron con capacidades estatales débiles, sino que hicieron de la desarticulación del Estado un programa para forjar alianzas con los actores socioeconómicamentepredominantes”. Así, para ganar la confianza del mundo empresario, Menem se vio obligado a sobreactuar, prometiendo garantías y jugosas ganancias a quienes deseaba convencer, haciendo así un corte abrupto con buena parte de la tradición justicialista. Para hacer más creíble esta “conversión”, Menem nombró al fundador de la UCeDe, Alvaro Alzogaray, como asesor presidencial para el tratamiento de ladeuda externa y puso al frente de la Secretaria de Comercio Exterior al también ucedeista Alberto Albamonte. Poco mas adelante nombro a Maria Julia Alzogaray como interventora – privatizadora de ENTEL. Estos nuevos compañeros de ruta reafirmaban en la escena pública la conformación de una nueva coalición para respaldar social y políticamente el programa reformista del gobierno. ...
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